Utilizar métodos anticonceptivos adecuados a cada persona y a cada relación, algo que recomiendan los especialistas, es la opción para evitar recurrir a la píldora postcoital. El más común es el preservativo que, además de evitar la transmisión de enfermedades, tiene un 98% de fiabilidad si se utiliza correctamente.

Para relaciones estables, las posibilidades son múltiples: la píldora diaria, el anillo mensual, el parche semanal, el Diu...; e incluso los métodos irreversibles, como la ligadura o la vasectomía. El más novedoso, el implante hormonal, un método anticonceptivo a largo plazo --dura cinco años--, "muy eficaz y cómodo de usar".