El alcalde, José María Saponi, mantendrá la próxima semana una ronda de contactos por separado con la portavoz socialista, Carmen Heras, con el concejal de IU, Santiago Pavón, y con el edil independiente, Felipe Vela, reuniones que se celebran unos días antes de la presentación ante el pleno del nuevo plan general de urbanismo (PGOU) para proceder a una aprobación inicial que no está garantizada, ya que el gobierno sólo cuenta con doce votos y se requieren trece (la mitad más uno de los miembros de una corporación que tiene 25 ediles).

Pavón ya ha dicho que no votará el documento, Vela ha reiterado que su postura es la abstención y el PSOE no ha desvelado aún el sentido de su voto. Los contactos se presentan como un intentó del alcalde para buscar el apoyo o consenso del resto de concejales para sacar adelante el documento que define el futuro de la ciudad para 50 años.

El cambio del voto del PSOE y Vela dependerá de las explicaciones que dé el alcalde sobre algunas de las cuestiones incluidas en el nuevo plan. En el caso de Vela, que considera el documento incompleto y que ha pedido que se incorporen mejoras en dotaciones de servicio e infraestructuras, el PGOU fue una de las razones por las que dejó el gobierno, al estar en desacuerdo con cómo se estaba gestionando su elaboración sin que se contase con todo el equipo de gobierno. El PSOE no es partidario de paralizar el plan, pero tampoco de dar un voto en blanco sin explicaciones sobre cuestiones del plan que consideran raras.