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La nueva planta de tratamiento de residuos urbanos La posición de los dueños

Propietarios de la finca Los Millares se oponen a la instalación del ecoparque

El administrador de las partes comunes asegura que no hay intención de vender y se opone a l

Propietarios de la finca Los Millares se oponen a la instalación del ecoparque

La negociación que el Ayuntamiento de Cáceres tiene que iniciar para adquirir las 35 hectáreas que necesita para construir el ecoparque (dispone de 25 pero las nuevas instalaciones precisan 60) se prevé complicada. Los 21 propietarios de la finca El Millar de los Licenciados, conocida popularmente como de Los Millares, rechazan la instalación del nuevo vertedero y, de momento, se niegan a la venta o a la expropiación, según confirmó a este periódico Juan Patrón Cabrera, administrador de las partes comunes de los terrenos.

El Millar de los Licenciados se parceló en los años 40 entre 21 propietarios (aunque ahora podrían ser algunos más puesto que muchos han repartido sus herencias y otros las han vendido) que disponían de cuatro parcelas cada uno de entre 7 y 9 hectáreas, de lo que resultaba una finca compuesta por 84 parcelas y alrededor de 700 hectáreas. A todo ello hay que sumar las partes comunes de la propiedad: una casa, un cortijo, la era, las corralizas, charcas y una cerca de 18 hectáreas.

Los Millares fue una de las fincas más fructíferas de Cáceres. Patrón recuerda que surtía de melones y sandías a toda la ciudad y que las plantaciones de trigo producían importantes beneficios económicos (en cada parcela se recogían 10.000 kilos de trigo). Pero la bonanza se fue a pique cuando en los años 80 uno de los dueños vendió sus tierras y en ellas levantaron el actual basurero. A partir de entonces el trigo era devorado por "millones de aves" (dejó de plantarse) y los olores eran "insoportables", confiesa Patrón. La finca quedó abocada al pasto y a la actividad del club de cazadores de Aldea Moret, que dispone de parte de ella en calidad de arrendamiento.

A principios de año los propietarios estaban contentos porque sabían que el basurero se tenía que sellar, "pero nos llevamos una desilusión cuando nos enteramos de la noticia de que el ecoparque se pondría finalmente aquí. Nuestras fincas se devaluarán definitivamente y seguiremos sufriendo los olores e inconvenientes que una planta de este tipo generará", dice Patrón.

El administrador explica que no todos los propietarios se verán afectados, lógicamente, por las propuestas de venta o expropiación, sino que serán aquéllos que tienen sus parcelas junto al vertedero actual los más afectados, puesto que la intención de la Junta y del ayuntamiento es construir el ecoparque junto al basurero. Patrón aclara que, de momento, nadie se ha puesto en contacto con ellos para acometer el proyecto (Saponi dijo que el ecoparque se hará por fases, primero se actuará en las 25 hectáreas propiedad del consistorio y que luego se entablarían conversaciones con los propietarios para adquirir los terrenos restantes).

¿MEDIDAS LEGALES? El administrador dijo que aún está por decidir si en caso de expropiación se adoptarán medidas legales. Lo que sí parece claro es que la nueva instalación perjudicará a todos por igual. Patrón acudió precisamente a la reunión informativa que la Plataforma de Aldea Moret convocó el jueves por la noche en el centro de yoga del barrio para hablar sobre el ecoparque y a la que asistieron cerca de un centenar de personas. La barriada ha mostrado su disconformidad con la medida e insiste en que las nuevas instalaciones no están a 12 kilómetros de la ciudad, como asegura el ayuntamiento, sino a 3. Los vecinos sostienen que la planta de tratamiento de residuos será perjudicial para ellos y no están dispuestos a aceptarla.

De la reunión salió el compromiso claro de iniciar un plan de acción que haga recapacitar al ayuntamiento sobre su decisión (el consistorio es que el elige el terreno y la Junta la que ejecutará la obra gracias a los 9 millones de euros de inversión que aporta Europa). Entre las medidas que se adoptarán destacan la recogida de firmas, la convocatoria de manifestaciones, la colocación de pancartas en balcones y ventanas del barrio, así como el reparto de lazos en forma de bolsa de basura para que los ciudadanos se los coloquen en las solapas en señal de protesta.

"NO ROTUNDO" El encuentro vecinal se alargó durante más de dos horas y sirvió para que Aldea Moret se expresara libremente. Entre los testimonios destacaron los relacionados con promesas incumplidas, como el de una mujer que recordaba la vieja aspiración del ayuntamiento de hacer un parque en el Cerro de los Pinos y que se limitó a la instalación "de un colector de aguas fecales". Por eso, los vecinos insisten en que no quieren más basuras cerca de sus casas. Los afectados están dispuestos al diálogo, pero si ven que la vía de la negociación se agota saldrán a la calle, "porque --dicen-- es la única fuerza posible que existe".

Durante la reunión también se aclaró que el barrio no aceptará contraprestaciones laborales para que se dé luz verde al ecoparque, es decir, que ni aunque se garantice que los puestos de trabajo de la planta de residuos serán para los afectados se aceptaría esta instalación. "No queremos puestos de trabajo a costa de que nos echen la basura", repetían los vecinos.

Para Miguel Angel González, uno de los sacerdotes de la barriada, la clave está en pedir a la administración instalaciones o empresas que atraigan a la gente de Cáceres hasta Aldea Moret para que deje de estar sometida al aislamiento. El resto de vecinos coincide con él y lo tiene claro: "El ecoparque no es progreso".

La intención de la plataforma es atraer hacia ella a las asociaciones ecologistas, seguramente

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