Educar desde la escuela en las normas de tráfico es una de las fórmulas pensadas para reducir la siniestralidad en las carreteras y calles urbanas. En Cáceres, a lo largo de este año 3.350 escolares de entre 3 y 16 años, de los 26 colegios de la ciudad y de Valdesalor, han recibido clases de educación vial. Fruto del convenio entre el ayuntamiento y la compañía de seguros Mapfre, la Unidad de Mediación Social de la policía local ha desarrollado un año más clases teóricas y prácticas en los centros escolares y en las instalaciones de la policía.

Conocer las señales de tráfico más elementales (semáforos, pasos de peatones), las normas de circulación en carretera para peatones, viajeros o conductores de ciclomotor o aprender a montar en bicicleta o enseñarles a valorar la vida propia y la de los demás, son las líneas básicas sobre las que se han desarrollado las clases. Isabel Mendoza, subinspectora jefe de la unidad, explica que el objetivo final es "convivir mejor en la socieda y reducir la accidentalidad al máximo". Y una de las formas de conseguirlo es modelando los "conocimientos, hábitos, comportamientos y actitudes necesarias para relacionar el entorno de las personas con la problemática del tráfico", apunta en la memoria de la unidad.

Para mejorar este programa educativo, el ayuntamiento tiene previsto la construcción de un parque de educación vial, que contaría con un circuito para las prácticas, y nuevas aulas en el centro de la policía local, aunque aún está pendiente la elaboración del proyecto y su dotación presupuestaria. "El proyecto sigue en pie para que sean los escolares los que vengan aquí --al centro policial--, lo que permitiría una mayor organización de las actividades y de medios", explica el concejal de Movilidad Urbana, Santos Parra.