Dos hachas, un mazo, una radial, una palanqueta y hasta un martillo percutor llevaban consigo la banda de los polígonos para perpetrar su último asalto en la nave de Codere, dedicada a la instalación y mantenimiento de máquinas recreativas para la hostelería (tragaperras). Estos útiles son una prueba de la fuerza extrema que utiliza en sus actuaciones este grupo, que se sospecha pueda proceder de los países del Este, aunque aún no se ha descartado del todo que puedan ser delincuentes de la zona, según confirmaron ayer fuentes policiales.

Las herramientas, que se han sometido a análisis científico para hallar pistas que contribuyan a identificar a los delincuentes y determinar su procedencia, están casi nuevas y las abandonaron los ladrones en su huida al ser sorprendidos por la policía.

Los asaltos han generado un clima de "incertidumbre" en el polígono y muchos industriales, como la última empresa asaltada, se plantean reforzar sus medidas de seguridad para tratar de disuadir a los atracadores, según explicó el gerente de Codere. En los últimos ocho días, este grupo, supuestamente formado por cuatro hombres, ha entrado en cuatro naves de la zona.