El proyecto acariciado durante ocho largos años por la patronal y los sindicatos para disponer de un centro de referencia donde formar y reciclar a todos los trabajadores del sector, desde el peón menos cualificado al arquitecto más experimentado, ya está en marcha. Se trata del Centro de la Fundación Laboral de la Construcción, un recinto singular y pionero en Extremadura cuya edificación acaba de comenzar entre el sector 1 y 4 de Mejostilla, junto a la carretera de Monroy, donde el ayuntamiento ha cedido una parcela de 5.000 metros cuadrados para hacerlo posible. Las máquinas ya trabajan en el movimiento de tierras y la previsión es abrirlo en otoño, ya que tiene un plazo de ejecución de ocho meses.

El gremio de la construcción necesita reforzar la formación de buena parte de sus trabajadores para acabar con su condición de sector escoba , es decir, de último recurso para personas sin cualificación. Sin embargo, no dispone de una sede donde unificar los cursos y programas destinados a los numerosos oficios y profesiones que engloba. De ahí esta iniciativa, financiada por la Fundación Laboral de la Construcción (incluye a las dos organizaciones empresariales extremeñas, Fecons y Apdecoba, y a los sindicatos UGT y CCOO), que pretende que el nuevo centro forme o recicle a unos 500 trabajadores al año: peones, oficiales, topógrafos, aparejadores, arquitectos, pintores, gruístas, técnicos en riesgos laborales...

"Estamos muy satisfechos de ver por fin el inicio de las obras, se trata de un proyecto realmente necesario y a las pruebas me remito: el descenso en la construcción ha contagiado a todos los sectores, de ahí la importancia de cuidar esta actividad clave", explica Jacinto Mellado, responsable de organización y finanzas de la Federación de la Construcción, Maderas y Afines de CCOO, y uno de los principales impulsores del proyecto. "Lo mejor que podemos hacer --agrega-- es reforzar la cualificación del personal, porque además el sector trabaja cada día con maquinaria más sofisticada y exige mayor preparación previa".

Por todo ello, la fundación pretende abrir el centro a partir del próximo otoño y considera que los plazos pueden cumplirse. El recinto, con un presupuesto de 2,4 millones de euros, no resulta especialmente complicado debido a su moderno diseño, bioclimático y reciclable (sus componentes podrían desmontarse y montarse en cualquier otro lugar), tal y como corresponde a un edificio que aspira a ser la sede académica del sector en Extremadura. Además estará junto a otro edificio vanguardista en su diseño: la Factoría Joven, también ya en obras.

Realizada por los arquitectos Nuria Muruais y Manuel Rodríguez Santamarta, y ejecutada por la empresa Vaycasa, la universidad de la construcción llevará fachada de chapas metálicas, interior de policarbonato y vidrio, suelos de hormigón fratasado y unas características que le permitirán cierta adaptación al clima para ahorrar energía. Tendrá dotaciones exteriores (grúas, casetas, zonas para manejo de maquinaria) e interiores (2.600 metros cuadrados en aulas, salas de informática, laboratorios...), además de un peculiar simulador de riesgos laborales.