A José Luis García, brigada de conservación de carreteras en la Autovía de la Plata, un camión le mató cuando estaba trabajando a la altura de Valdesalor la mañana del pasado 7 de agosto. Tenía 41 años, casado y con dos hijos de 9 y 14 años. Ayer familiares, compañeros y amigos le rindieron un homenaje en el centro de conservación de carreteras de la A-66 en las proximidades de Montebola. Una escultura y un árbol plantado por sus hijos recordarán en este lugar para siempre la figura del trabajador, que alternaba las horas en la carretera con el oficio de pastelero. Su viuda, Maribel, presente en el acto, recibió un ramo de flores.

"Queremos que lo que le pasó a José Luis no vuelva a repetirse", afirmaba ayer Francisco Saiz, del sindicato Comisiones Obreras, para exigir medidas de seguridad para la veintena de trabajadores que se ganan la vida en el mantenimiento de carreteras. "Lo peor es que puede volver a ocurrir. No tenemos ninguna protección cuando trabajamos, aunque llevemos coches de señalización", añadió. Precisamente era José Luis García, recordaban sus compañeros, quien más insistía en extremar las medidas de seguridad para evitar accidentes.

En letras doradas y con la tierra recién plantada, su nombre brillaba a mediodía de ayer en la escultura realizada por Martín Agúndez, uno de los jefes del centro de conservación. Un recuerdo vivo para no olvidar que hay trabajadores que se juegan la vida cada día.