Consideramos decididamente inaceptable que estas plantas hayan llegado a funcionar alguna vez de forma correcta con las carencias tan evidentes que tienen". Esta afirmación está recogida en un informe remitido por el director técnico de Canal de Isabel II, José Luis Castaño, al concejal delegado de Infraestructuras, Miguel López, ante la solicitud de información sobre las tres plantas depuradoras de aguas residuales de la cuenca oeste, plantas que se recepcionaron a finales del 2002 y se inauguraron en marzo del año 2003. El gobierno local está dispuesto a abrir una investigación y a que se deriven responsabilidades.

Este informe de Canal de Isabel II, empresa concesionaria del servicio de agua, y otro anterior firmado por el jefe de sección de Obras Civiles del ayuntamiento, Alfredo Barca, pasaron ayer por la comisión de Desarrollo Local.

En el informe del jefe de sección se indica que cuando Canal de Isabel II se queda en el año 2004 con el mantenimiento y con la puesta en servicio de las tres plantas remodela el pretratamiento y tratamiento primario de estas depuradoras, cambiando el concepto técnico para el que se habían proyectado (un tratamiento físico-químico) y alterando el diseño primitivo con el que debían funcionar.

Añade que esto se lleva a cabo en la depuradora de la carretera de Malpartida (que es una de las tres que hay en la cuenca oeste) por considerar que es la que más caudal recibe. En este punto de su informe concluye que la concesionaria, Canal, o los técnicos que la avalan no admitieron este tratamiento físico-químico, como tienen otras ciudades, y prefirieron variar el procedimiento para el tratamiento del agua.

Este informe provocó el redactado por Canal, en el que se afirma que antes de que la empresa se hiciese cargo de la gestión de las tres depuradoras, en diciembre de 2004, dos años después de que el consistorio las recepcionase, se remitieron al ayuntamiento dos informes, uno de ellos de doscientas páginas en el que se describía el "lamentable" estado de las plantas, tanto por los equipos electromecánicos y obra civil como por sus "ineficientes" rendimientos para las tareas de depuración tras dos meses de realización de pruebas y ensayos.

En su informe, el director técnico de Canal recuerda que antes de hacerse cargo de la gestión, la empresa informó al consistorio del estado de las instalaciones y de su ineficiencia para depurar, además añade que se propusieron soluciones que "si bien no conseguirían corregir al completo el error de su ejecución, sí al menos hacerlas funcionar de la mejor manera posible, aunque no suficiente para alcanzar los valores finales legalmente requeridos en el agua tratada". Agrega que la empresa, tras hacerse cargo de la gestión de las plantas, comunicó por escrito a distintos órganos del consistorio en doce ocasiones la deficiencia del proceso depurador.

EL SISTEMA En cuanto al sistema inicial de funcionamiento de las plantas, el director técnico de Canal afirma que es "absolutamente descabellado" que se propusiera un sistema físico-químico "para el cometido que estas plantas deberían desempeñar".

A continuación asevera que los tratamientos físico-químicos se usan para determinados tipos de residuos industriales como refuerzo de sistemas biológicos con sobrecargas o para eliminación de fósforo, pero no para los fines que se asignaron a las depuradoras. Y explica que este sistema sí produce una adecuada reducción de materia orgánica particulada que se mantiene en suspensión en el agua, pero no de la disuelta, que sigue manteniendo "valores finales elevados que perjudican la calidad" del agua depurada y la llevan "por encima de valores permitidos".

En cuanto a la implantación de este sistema en otras ciudades, el técnico de Canal se ofrece a visitar las instalaciones, "aunque dudamos de su existencia salvo en los casos singulares ya citados", concluye su informe.

"Estos informes --del jefe de sección y del director técnico-- son contradictorios", apuntó ayer el concejal, razón por la que se han pedido otras dos opiniones, una al servicio de Infraestructura y otra al de Inspección de Servicios. Si estos informes avalasen lo dicho por Canal, "se abrirá una investigación", aseguró López, de la que se podría derivar responsabilidades, debido a que se habría perdido una inversión al proponerse un sistema inicial para depurar que no ha dado resultados, responsabilidad que, según el edil, podría exigirse al que propuso y supervisó este sistema.