De Extremadura sus paisajes, de Cádiz sus playas. De Cáceres su Semana Santa, de Cádiz sus Carnavales. En Cáceres sus primeros recuerdos. En Cádiz su vida. Casi un centenar de integrantes de la Casa de Extremadura en Cádiz pasearon ayer por las calles de la ciudad monumental dentro de las actividades del viaje anual que el colectivo realiza a la región para recordar sus orígenes y mostrar a los gaditanos "que esto es una maravilla", como reconocía María del Carmen Real, una de las gaditanas apegadas desde hace cuatro año al colectivo de extremeños que aglutina a más de 300 personas en la tacita de plata .

Su llegada a la Casa de Extremadura en Cádiz se produjo "por casualidad", a través de una amiga que formaba parte de la asociación. No tiene ningún ascendiente extremeño en su árbol genealógico, "pero tanto mi marido como yo colaboramos en todo lo que podemos", asegura.

El alma mater de la asociación --y presidenta del colectivo-- es una cacereña con el corazón partío entre sus orígenes y la ciudad en la que se sintió acogida como en casa cuando la pisó por primera vez, hace 28 años. Encarna Suero nació en el número 5 de la calle Cotallo, junto al Gran Teatro. Sus padres eran de Valdemorales, pero se vinieron a la ciudad en buscando un futuro más prometedor para ellos y sus seis hijos. A base de vender muchos kilos de fruta por las calles de la ciudad "consiguió que todos sus hijos pudiéramos estudiar una carrera". Suero se decantó por Magisterio se casó con un integrante de las fuerzas armadas y se fue a vivir a Madrid. Tras pasar por otras ciudades recaló en Cádiz y se quedó. "Ahí están mis hijos, pero sigo teniendo una casa en Cáceres a la que vengo con frecuencia", confesaba.

Hace 18 años decidió, junto a otro grupo de extremeños, "hacer algo para que Extremadura se conozca fuera y ocupe el lugar que se merece". Y así comenzó a fraguarse la Casa de Extremadura en Cádiz, que "hoy cuenta con el reconocimiento y el apoyo de toda la ciudad", destacaba Suero.

El colectivo desarrolla un programa anual de actividades en el que aúna las tradiciones gaditanas y extremeñas: "en Carnaval hacemos migas y una fiesta con danzas y chirigotas, y en la fiesta de la patrona de Cádiz, la Virgen del Rosario, nos vestimos con el traje de extremeñas para hacer una ofrenda floral", decía su presidenta.

Tras asistir el sábado a una matanza en Valdemorales, ayer se reunieron en el salón de plenos con la alcaldesa Carmen Heras, a la que le pidieron que medie para que Extremadura se implique con los actos del bicentenario de la constitución de las Cortes de Cádiz (1812), en la que había varios diputados extremeños. Después, visita a Montánchez y parada obligada para cargar la maleta de esos regalos que solo se crían en la dehesa extremeña.