Timoteo González llegó a la judería hace ya 35 años. El residía fuera de Cáceres y cuando decidió venirse a la ciudad, compró una casa en el barrio y en él formó una familia. Seguramente atraído por el urbanismo de esta zona intramuros: la sencillez de sus casas encaladas y su carácter recogido, Timoteo se hizo un hueco en la judería.

Para él, todo lo que le aporta su barriada es bueno y considera que nunca ha tenido problemas "ni con nada ni con nadie". Sin embargo, señala que resultaría muy necesario una mayor presencia del sector servicios, como supermercados o tiendas, que se encuentran en el centro de la ciudad, lo que requiere el desplazamiento en su vehículo.

A pesar de que le agrada vivir en su barrio, cree que debería haber una serie de mejoras como es el aumento de la vigilancia en las calles para mantener en buen estado la ciudad y, en especial, su barriada. Muchos de los vecinos de la judería, decoran la fachada de sus viviendas con plantas, flores y alguna que otra pieza de mobiliario. De ahí, que pidan más seguridad y así evitar actos vandálicos que destrocen sus pertenencias.

La existencia de cuestas, elemento predominante en el barrio, no supone ningún problema para él.