Junto a las manos que aportan voluntarios y trabajadores sociales, la otra necesidad de los colectivos que se ocupan de mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en la calle son medios con los que atender las carencias más básicas: alimentos. Buena parte de esos recursos se obtienen a través de las distintas operaciones solidarias que administraciones públicas, colectivos ciudadanos, parroquias y cofradías desarrollan a lo largo del año y fundamentalmente en estas fechas navideñas.

El Banco de Alimentos, las Hermanas de la Caridad y Cáriras son los principales destinatarios de los kilos de solidaridad que se acumulan en mesas improvisadas en las puertas de los supermercados, de las iglesias, en las casas de cultura y este año también en las dependencias de la policía local, que suma esfuerzos a esta tarea con un nuevo punto de recogida.

"Tenemos demasiado stock de pasta y arroz", advierte Angel Bernal, secretario de la Asociación Banco de Alimentos de Cáceres, una de las entidades que almacena los productos que después se distribuyen, entre otros, a los colectivos que atienden a las personas sin hogar. De hecho, han pospuesto para el primer trimestre de año una entrega de este tipo de alimentos para evitar excedentes. Por el contrario, aceite, harina, galletas y legumbres sí son bienvenidos al almacén situado en la avenida de la Constitución.

"La Navidad es la época del año en la que más aflora la solidaridad", señala Bernal, que se refiere al volumen de productos obtenidos en la última colecta realizada en Carrefour hace menos de 20 días. "Conseguimos más de 4.500 kilos de productos, y el centro comercial nos dio la misma cantidad", recuerda. En total, 9.000 kilos de alimentos no perecederos, que son también 9.000 manos dispuestas para ayudar a quienes ayudan.