Los presuntos abusos sexuales a los que el exreligioso Carlos Alfonso S. podía estar sometiendo a un joven discapacitado de 23 años fueron denunciados por la propia congregación a la que pertenecía, el Instituto Religioso Esclavos de María y los Pobres. Algunos de sus miembros se encontraban ayer en el Palacio de Justicia al haber sido citados para declarar en el juicio como testigos, algo que finalmente no tuvieron que hacer al llegarse a conformidad sobre la condena.

Informados en todo momento por el abogado del acusado, atendieron a cuantos periodistas les preguntaron sobre el acusado. Nada pudieron manifestar sobre el estado anímico de este, "pues hace bastante tiempo que no le vemos", indicaban a este diario. Sí confirmaron que cuando en mayo del 2010 se tuvo sospechas de lo que estaba pasando, se denunció de forma inmediata y Carlos S. fue expulsado de la orden.

Tampoco nada se indicó sobre su situación actual, que en breve será la de interno en un centro penitenciario. En unos días "entrara en prisión", indicó a este diario su abogado, sin especificar en cuál, tan solo que se ha solicitado "que sea en un centro penitenciario lo más cerca posible de su residencia actual", sin concretar nada más.