Solo está al alcance de unos pocos afortunados, en concreto de 50 hortelanos, la posibilidad de contar con un huerto propio en el que cultivar lo que deseen en pleno paraje natural de la Ribera del Marco. La Universidad Popular de Cáceres es la institución que hace posible esta actividad mediante el programa de huertos de ocio. Este taller está abierto a todas las personas que se inscriban en la universidad, siempre y cuando puedan atender los requerimientos de cuidar la huerta por las mañanas.

"Hasta ahora no había tasas, pero se van a empezar a incluir pudiendo llegar a los 75 euros anuales", informa el monitor Francisco Borrella. Es importante tener en cuenta que el resto de los talleres que gestiona la universidad cobran para poder cubrir todos los gastos.

FINCAS DISPONIBLES Los trabajos de cultivo se reparten en dos fincas que pertenecen al Ayuntamiento de Cáceres y que se han cedido para llevar a cabo esta actividad. Una de ellas, compuesta por 16 parcelas individuales, está ubicada en San Jorge y linda con el Marco. "En la que estamos ahora, en Puente Vadillo, perteneció a la familia de los Carvajales", explica Borrella, quien a su vez sostiene que "hay un proceso para que se puedan abrir más".

Lo más curioso de esta última es que el caserón que hay en ella podría tener, según Borrella, más de 200 años. La finca estaba abandonada cuando en el año 2005 un grupo de jubilados inició los trabajos de limpieza para que fuese útil. En concreto, el cacereño Felipe Borrella es considerado su fundador, ya que la mayoría de ellos, al ver el mal estado en que se encontraba decidieron echarse atrás.

En total hay 32 parcelas de 50 metros cuadrados cada una, en las que se puede cultivar libremente con el único requisito de que sean un cultivo lo más ecológico posible. "Procuramos que se utilicen abonos y compostaje de materia orgánica", subraya el técnico responsable.

Por su parte, la mayoría de hortelanos son jubilados o personas que tienen trabajos que les permiten librar por la mañana, que es cuando se abren durante tres horas todos los lunes, miércoles y viernes, siempre en función del tiempo.

En cuanto a la formación de estos trabajadores, muchos de ellos ya tenían conocimientos propios debido a su experiencia personal. Aunque se procura asesorarlos siempre que lo necesiten y, de lo contrario, suelen consultarse las dudas entre ellos mismos.

En estos huertos se cultiva todo tipo de plantas. En concreto, en esta época se pueden encontrar las típicas de invierno: cebollas, acelgas, rabanitos, lechugas, coles, repollos, entre otros. "Sólo hay algunas que no tenemos porque por su rareza no se dan aquí", subraya.

Las herramientas necesarias, así como los abonos y productos sanitarios, se gestionan desde la universidad porque "si no los gestionamos pueden traer productos que lleguen a ser peligrosos para su propia salud".

HUERTOS ESCOLARES Además de los huertos de ocio, durante dos días a la semana en horario de tarde se abren una hora y media los huertos para escolares. Los trabajos se realizan en dos parcelas que tienen una extensión de 200 metros cuadrados. En ellas, los grupos de colegiales participan en esta actividad dirigida tanto por un monitor como los propios hortelanos, que según el acuerdo inicial deben participar con las tareas comunes y estos huertos escolares.