Centenares de romeros reivindican la fiesta de Santa Lucía con su presencia

Esto no puede desaparecer, tiene siglos de antigüedad". Fue la frase más repetida durante la romería de Santa Lucía, que por fin pudo celebrarse ayer tras aceptar el juzgado las medidas cautelares solicitadas por el obispado. Centenares de vecinos de Aldea Moret y del resto de la ciudad volvieron a disfrutar de la cita, como lo vienen haciendo durante centurias. Y ello pese a que las vallas que circundan la ermita no fueron retiradas como indicaba el auto judicial, salvo algunos tramos de acceso.

En cualquier caso los romeros, más numerosos que otros años --unos 5.000--, vivieron intensamente la jornada de ayer, muy satisfechos de ver respaldada su larga tradición por un juez aunque sea de forma provisional, aunque con la incertidumbre sobre qué pasará la próxima fiesta, después de los avatares que vienen sucediéndose desde que la finca que circunda la ermita cambió de dueño hace cuatro años. Primero se instaló una verja con candado que impedía el paso, después se introdujo ganado incluso en los 1.500 metros que tiene el obispado alrededor del templo, el año pasado aparecieron escombros y heces de ganado, y esta vez se ha vallado y sembrado el entorno, lo que apenas dejaba espacio para los actos religiosos e impedía el desarrollo de la romería.

La diócesis ha iniciado un proceso judicial y esta misma semana se han dictado medidas cautelares. Así, los coches han podido volver a aparcar con cierta amplitud a unos metros de la ermita, y un par de chiringuitos han animado de nuevo la zona, comprometidos a limpiar todo del mismo modo que la parroquia y los romeros. El juez ha exigido al obispado 500 euros de fianza ante posibles perjuicios.

Por ello, y pese a que Aldea Moret siempre ha rehabilitado y protegido la ermita de su patrona y los alrededores, ayer se colocaron numerosos carteles que invitaban a respetar el entorno. "Tengo contratadas a cinco personas para dejar todo limpio", explicó el dueño de una barra

Mientras, algunos vecinos organizaban los aparcamientos, otros colocaban las sillas para la misa al aire libre, al tiempo que las voluntarias --Mari, Pepi, Paqui, Monse, Castillo, Obdulia, Ana, Tania e Isa -- atendían una nutrida tómbola con 500 premios donados por establecimientos.

COQUILLOS DE 'LEY' En la ermita, varias vecinas vendían coquillos, roscas enormes y palmas de la santa a 1 euro para costear la defensa jurídica de la romería. "Queremos que esto siga muchos años", explicó Isabel Caballeros, dulcera mayor de Santa Lucía, ayudada por Guille, María Eugenia, Merche y Eva.

A primera hora ya había llegado el obispo, Francisco Cerro, para disfrutar de la romería antes de acudir a otros actos. Destacó la devoción popular en torno a Santa Lucía "con una tradición de siglos". Los párrocos, Miguel Angel González y Jesús Viñas, muy implicados con el barrio, se mostraban satisfechos. "Esto es posible gracias a todos los que quieren a Aldea Moret y entienden que la tradición debe mantenerse", explicó Miguel Angel González, pero recordó que la situación de ayer era ocasional. "Se nos ha dado un plazo de 20 días para presentar el pleito, lo haremos para que la jueza decida de manera definitiva cuál va a ser la solución de futuro", indicó.

No obstante, ambos se mostraron agradecidos al titular de la finca y reiteraron tras la misa su petición de máxima limpieza y respeto, "como siempre hemos hecho, pero hoy sobre todo".

También la alcaldesa estuvo presente con algunos ediles. "Es una alegría que se celebre y lamento que haya tenido que ser por un auto judicial. Confío en que se arreglen las cosas porque ni la ciudad ni Aldea Moret pueden perder un derecho centenario", dijo, subrayando el "apoyo" del ayuntamiento "siempre que nos necesiten". Por cierto que el consistorio ha reformado el camino y ha obligado al titular a retranquear las vallas de su tramo hasta la anchura legal.