La alcaldesa está muy ilusionada con la prevista reforma del paseo de Cánovas y por lo tanto está decidida a llevarla a efecto pese a que alguno de los ediles de su grupo no lo considera oportuno dado el lugar (el centro frente a los barrios) y el tiempo (crisis). Ella piensa que es el centro de Cáceres y por lo tanto debe presentar la mejor cara de la ciudad. Así mismo, está convencida de que ayudará al comercio de la zona.

Puesto que la situación económica del ayuntamiento es la que es, o sea que no es, no se ha incluido en los presupuestos municipales sino que se ha buscado financiación a través del Gobierno de Extremadura. Pero que no lo pague el ayuntamiento no quiere decir que no lo paguemos los ciudadanos. Lo pagamos pero por otra vía y por lo tanto debemos preguntarnos si la actual situación del paseo exige una reforma o solamente algún retoque, como por ejemplo reponer baldosas, adecentar la arboleda y los jardines.

Que un paseo deba presentar la mejor cara de la ciudad se puede decir de cualquier otro, el del padre Pacífico, el Paseo Alto... etc. y de cualquier barrio, calle o plaza, si no se quiere ofender o molestar a quienes allí viven o pasean.

Quizás este paseo tenga algo que le hace especial que no alcanzamos a ver muchos ciudadanos y que conduce a ser preferido a los demás. Pero es que, además, proyectar un carril bici en un lugar frecuentado por ancianos y niños, con varios pasos de peatones, no parece la mejor opción.

Según dicen las malas lenguas, van a desaparecer determinados quioscos y arbolitos y como hay gente muy mala ya están diciendo que si Colón descubrió América, la alcaldesa descubrirá la Plaza de América. Por otra parte, y con todos los respetos al pensamiento de nuestra regidora, creo que la ayuda al comercio va a depender más del señor Montoro y de la señora Merkel que del voluntarismo de la alcaldes y la reforma de Cánovas.