No es un edificio, pero sí un terreno privilegiado. En 2003 se presentó ante el ayuntamiento un proyecto de centro de ocio barajado en 9 millones y diseñado sobre 3,2 hectáreas del antiguo matadero, junto a Carrefour, que llegó a derribarse. El suelo, de propiedad privada, tiene calificación para comercio y ocio, pero tras años de trámites sigue solo en los planos.