Diego Pérez lleva desde los 70 viviendo en Hernán Cortés. Allí tenía su padre un negocio, ahora él tiene dos en la misma avenida; uno de motos y un taller de bicicletas. Cuenta que la zona es ideal, con el parque del Príncipe frente a ellos y que los únicos problemas son la falta de aparcamiento y el gran tránsito de vehículos.

Las hijas de Isabel Cañamero son la cuarta generación de su familia que vive en esta avenida. Para ella, es una suerte residir ahí. "Nos conocemos casi todos y tenemos todo cerca. Sólo faltaría un supermercado grande".