Ángel García Rodríguez (el padre Ángel), sacerdote católico, nacido el 11 de marzo de 1937, en La Rebollada (Asturias), y conocido sobre todo por ser el fundador de la oenegé ‘Mensajeros de la Paz’, oenegé que en 1994 obtuvo el premio Príncipe de Asturias de la Concordia. En la actualidad es párroco de San Antón en Madrid, parroquia que está abierta las veinticuatro horas del día para, entre otras cosas, acoger a los más necesitados.

Risto Mejide conocido presentador de Televisión, publicista y escritor que se dio a conocer en el famoso Operación Triunfo. En la actualidad presenta el programa ‘Chester in love’ en el canal Cuatro.

Antonio Gómez, presidente de Europa Laica, organización fundada en 2001, pretende el desarrollo de la libertad de conciencia y el pluralismo ideológico, eliminado cualquier interferencia de tipo religioso, y considerando a la religión como incompatible con las mismas. Libertad de conciencia sí, pero para ser religioso no ¿?.

El fin de semana pasado, Risto invitó a Antonio a su programa (lo puedes ver en el canal YouTube de Internet), en el que el entrevistado principal era el Padre Ángel. Antonio en su intervención destacó una serie de afirmaciones: no daba ningún valor a la obra del Padre Ángel, porque todo eso debe ser hecho por los ‘poderes públicos’ que son los que están obligados por las leyes a hacerlo, y, sobre todo, calificó la obra del sacerdote como denigrante y humillante para los que atiende, porque solo hace caridad y eso va contra la justicia y la solidaridad.

El padre Angel le reconoció la realidad de lo primero, pero, si los que tienen que hacerlo no lo hacen, ¿qué hacemos?, ¿abandonamos a los necesitados hasta que el estado se decida a atender a los que realmente lo necesitan?

Y sobre lo segundo Angel invitó a Antonio a que se pasara por San Antón, tomar un café con él, y conocer de cerca la realidad de lo que allí se hace, pero sorprendentemente, Antonio, no admitió la invitación, poniendo como única escusa que no le interesaba para nada conocer lo que allí se hacía.

Quizá unos de nuestros grandes defectos sea hablar de lo que desconocemos, hacemos afirmaciones sobre cosas que otros nos han dicho, o apoyándonos en argumentos que para algún caso fueron acertados pero para nada se pueden generalizar. Creo que negarse a conocer mejor de lo que opinamos, solo es fruto de complejos o prejuicios nada recomendables.