El concurso para contratar la elaboración y tramitación del estudio de impacto ambiental del aeródromo está parado a la espera de que se resuelva el recurso de reposición presentado por el Colegio Oficial de Aeronáuticos al pliego con las condiciones técnicas de la licitación. La presentación de la reclamación del colectivo profesional hizo que se suspendiera la primera de las mesas de contratación que se había convocado para abrir las plicas con las condiciones administrativas de los licitadores. De las tres mesas es la primera y la menos importante, se trata de que las empresas acrediten que reúnen las condiciones para optar a los trabajos que se licitan y es previa a las mesas en las que se abren las ofertas técnicas y económicas.

Desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta se confirmó ayer que la reclamación administrativa es del colectivo profesional de los aeronáuticos y desde la sede del colegio en Madrid se ratificó ayer que han presentado la reclamación al concurso. Esta mañana explicaron que son dos las razones de su recurso, ambas referidas a la titulación que deben ostentar los miembros del equipo que redactará el estudio y el delegado del mismo.

La primera razón es que se pide en las condiciones que en los miembros del equipo de trabajo haya ingenieros aeronáuticos o ingenieros técnicos aeronáuticos, en cuanto a los segundos se plantea en el recurso que se tiene que especificar su especialidad y que se concrete que sea en la especialidad de aeropuertos. El segundo motivo es que se pide que el delegado del consultor sea un ingeniero de caminos, en el recurso se precisa que por el objeto de la licitación tiene que ser un ingeniero aeronáutico o un ingeniero técnico aeronático en la especialidad de aeropuertos. Este delegado es el ingeniero autor del documento inicial y del estudio de impacto ambiental, según se recuerda en la reclamación.

Hace dos años que se hizo pública la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente que obligaba a la redacción del estudio de impacto ambiental, lo que llevó a que la Junta desistiese del contrato para la construcción del aeródromo y desandase los pasos dados. Tras un año y medio desde el desestimiento, el pasado 8 de mayo se publicó el anuncio para la contratación del estudio de impacto ambiental. El plazo de ejecución es de 24 meses porque los trabajos que se contratan incluyen toda la tramitación del procedimiento con las subsanaciones que obligue a hacer el órgano ambiental que deba aprobarlo y el análisis de las alegaciones que se presenten. El estudio debe valorar si la ubicación pensada (junto a la conexión de la carretera de Malpartida y la A-66) es viable ambientalmente, las alternativas o incluso si el proyecto no de debe acometerse.