Es el cambio más destacado porque se trata de reducir los trámites para la apertura de bares o de locales de ocio y de restauración. Es eliminar trámites como la elaboración de un estudio de detalle, cuando la superficie útil sea igual o superior a 300 metros cuadrados, o de un plan especial. Ambos se sustituirán por una justificación en el proyecto de solicitud de la licencia.