La cacereña Aurora Domínguez tiene 28 años y ahora hace más de tres que apostó por su ciudad cuando se lanzó a ser propietaria de un centro de estética en el R-66.

Desde siempre le ha gustado esta vertiente, lo tenía muy claro. Comenzó Bachillerato pero un contratiempo personal le hizo abandonarlo. Un accidente de tráfico la apartó de finalizar los estudios y tambiñen de ser peluquera. Entonces se matriculó en el módulo de Administración de Empresas. Una vez concluyó la formación, comenzó con la de Peluquería para más tarde hacer Estética. Cuatro años de preparación que la iniciaron en poco tiempo en el ámbito laboral que quería. Porque Aurora ya había trabajado antes, desde los 18 años, aunque en otros sectores como el de la hostelería y la moda.

Cuando tenía 24 años trabajaba en el centro de estética que un año después sería suyo. En 2015 se convirtió en empresaria e hizo realidad el sueño que tenía desde que era niña. Poco después cambió la ubicación del local para que fuera más amplio. Ahora su establecimiento cumple tres años y medio, aunque asegura que el principio «no fue un camino de rosas». Cuenta que no lo tuvo nada fácil, que los comienzos suelen ser complicados. «Fue duro, sacrificado y frustrante, pero me alegro de haberlo hecho», confiesa Aurora. Le costó quedarse con el negocio pero contó con el apoyo de su familia: «la vida me planteó quedarme aquí».

Se define como una afortunada al haber cumplido sus metas. Y más en Cáceres; «es una ciudad que me encanta, si algún día me voy será por necesidad porque no quiero». Considera que se vive muy bien, «es asequible, tiene mucha calidad de vida y puedes vivir con mucho o con poco».

A las nuevas generaciones de su sector las anima a quedarse, aunque también lanza un mensaje: «hay que formarse muchísimo, pero lo más importante es la actitud». Aurora asegura que la honestidad y las ganas de trabajar no son comparables con nada; «a una persona en prácticas le puedes enseñar muchas cosas, pero no educación».

En su centro trabaja otra profesional. En él, Aurora disfruta haciendo realidad su verdadera vocación. Por eso tiene claro que continuará apostando por la estética y por Cáceres.