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la nueva corporación local // la negociación entre PP y Cs que no resultó

Las 12 horas que decidieron la alcaldía

Alcántara afirma que en Cs Cáceres tampoco se quería la decisión de los comités nacionales. Mateos se negó a la alternancia de dos años en el cargo acordada por PP y Cs en Madrid

Las 12 horas que decidieron la alcaldía

El viernes a primera hora de la tarde, a menos de un día para el pleno de investidura de la nueva corporación local, parecía que el alcalde iba a ser el candidato del PP, Rafael Mateos. Por la tarde y hasta primera hora de la noche se hablaba de una alternancia, dos años para Mateos y los otros dos para el alcaldable de Ciudadanos, Francisco Alcántara. Por la noche, a la una y media, se volvía al pronóstico de doce horas antes, cuando se vaticinaba que el nuevo regidor sería el socialista Luis Salaya, quien finalmente fue proclamado alcalde en el pleno del sábado por la mañana.

¿Qué pasó entre la una y media de la tarde del viernes y la una y media de la noche de ese día? Rafael Mateos habló ayer. No lo quiso hacer el sábado tras la celebración del pleno de investidura. También Alcántara aludió ayer a lo ocurrido. Lo que pasó es que se tomó una decisión por las direcciones nacionales de Cs y PP que no compartieron los órganos locales de ambos partidos. Los comités de Cs y PP en Madrid querían dos años en la alcaldía para el candidato popular y dos para el de Cs, repetir en Cáceres lo acordado para Badajoz. Pero esto chocó con lo que querían los órganos municipales en Cáceres. Y con el primero que se topó esta propuesta fue con Rafael Mateos.

«Las conversaciones --entre PP y Cs-- dan un giro a última hora -la tarde del viernes- y se plantean -por parte de Cs- no solo cargos y liberaciones, sino también alternancia en el sillón de la alcaldía (...) nosotros negociamos programas de gobierno, no sillas», según manifestó ayer Mateos.

El candidato a alcalde y ahora portavoz del PP en la oposición detalló que a lo largo del viernes por la tarde se le trasladó la posibilidad de una alternancia en la alcaldía. Él se había pronunciado en los días anteriores en contra de un acuerdo con Cs que pasase por ceder la alcaldía al candidato de Ciudadanos, ya que su partido había obtenido dos concejales y «4.000 votos más» que Cs.

Pese a que sabían, tanto en la dirección nacional de su partido como en Ciudadanos, que la posición de Mateos era la de no apoyar a un candidato diferente al del PP, «a última hora de la tarde del viernes me reuní con algunos compañeros de mi candidatura para darles mi opinión y que la escuchasen y tuve el respaldo de mis compañeros y de mi partido en Cáceres», comentó Mateos, que esa tarde, antes de esa última reunión, ya había trasladado a Cs Cáceres su negativa a la alternancia, una decisión que fue «la mejor y la más correcta teniendo en cuenta las negociaciones -en los días previos entre PP y Cs- y cuál había sido el posicionamiento de mi partido en la ciudad de Cáceres», añadió el portavoz.

En Ciudadanos esperaron hasta la una y media de la noche una respuesta del PP tras esa última reunión, una contestación que no se produjo. Aunque en Cs Cáceres tampoco eran partidarios de la alternancia de dos años en la alcaldía, aseguró ayer Alcántara. «Ni soy partidario del dos más dos, ni lo era (...) no da estabilidad a la institución municipal», detalló el portavoz de Ciudadanos ahora en la oposición.

Alcántara insistió en que la propuesta de alternarse cada candidato dos años en la alcaldía partió de una negociación llevada «a nivel de Madrid, no solo por el comité --de pactos-- de Ciudadanos, sino también por el del PP». «Ni ellos -los órganos locales del PP-, ni nosotros -los de Cs- estábamos a gusto con esa situación», afirmó Alcántara, que recordó que la tarde del viernes «todo estaba orientado a repetir» lo acordado para Badajoz y que era «difícil ir a contracorriente» de una decisión acordada por el comité nacional de pactos de Ciudadanos.

Cuando a la una de la noche no se había recibido ninguna contestación del PP que modificase la dada por la tarde por Mateos, los órganos locales de Cs, en una decisión «consensuada con el autonómico y el nacional --añadió Alcántara-», acordaron abstenerse en el pleno de investidura que se iba a celebrar la mañana siguiente. Con esa abstención el candidato socialista, Luis Salaya, se hizo con la alcaldía al encabezar la candidatura con más votos en las elecciones del 26-M.

PACTO DE GOBIERNO TRUNCADO / Hasta la mañana del viernes todo apuntaba a un pacto de gobierno entre Cs y PSOE. Alcantará lo admitió ayer. «Era democráticamente más sano» porque el PSOE había ganado las elecciones del 26 de mayo, además se podía conformar un gobierno con mayoría suficiente, 14 concejales de los 25 de la corporación local, y se producía un «cambio real», agregó el portavoz de Cs, tras ocho años de gobierno del PP en la ciudad.

Pero la mañana del viernes en Badajoz se alcanzó un acuerdo entre los comités nacionales del PP y Cs que daba la alcaldía al candidato de Ciudadanos. Eso suponía que Cs Cáceres tendría que haber dado su apoyo al PP para que Mateos fuese alcalde, una decisión que chocaba con el posicionamiento de Ciudadanos en Cáceres que defendía el pacto de gobierno con el PSOE.

Por lo tarde todo cambió y el acuerdo en Badajoz era la alternancia cada dos años y repetir esta misma fórmula en Cáceres, entonces se inició una negociación con la que se trasladó a la ciudadanía un mensaje «que no fue de seriedad, sino todo lo contrario, de incertidumbre, y lo que se estaba era jugando y pujando a ver quién daba más; ahí no íbamos a estar, queríamos un gobierno que hablase de proyecto de ciudad, de qué queríamos que fuese Cáceres y ese era el objeto de las reuniones; si al final todo se deriva en ocupar un sillón dos años uno y dos años otro, es un error, por eso nos mantuvimos al margen», aseguró ayer Mateos.

Alcántara respondió ayer que en las negociaciones mantenidas hasta última hora «no ha prevalecido el interés por sillones, sino el de la ciudad» y recordó que la decisión final de Ciudadanos fue la de quedarse fuera del gobierno. Hoy se lo comunicará así a Salaya cuando esta mañana se reúna con él. Salaya se quedará ahora con un gobierno en minoría, solo nueve concejales en una corporación de veinticinco, aunque con una oposición fragmentada, con unas relaciones entre el PP y Cs tocadas tras los sucesos del pasado viernes.

Tanto Mateos como Alcántara aseguraron ayer que harán una oposición responsable. «Con capacidad de diálogo y transparencia», afirmó Mateos. «Receptiva a acuerdos puntuales y con el foco en la ciudad», apuntó Alcántara, que no cerró la puerta a entrar en el futuro en el gobierno, lo que ocurra «pasado un tiempo, no lo sé».

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