¿Quiere conocer, ver y tocar la historia de la Tierra? El Geoparque Villuercas-Ibores-Jara es un lugar perfecto a través de sus formaciones y fósiles, ya que alberga algunas de las montañas más antiguas de Europa, con 600 millones de años y con un relieve típicamente apalachense. Emblema del turismo sostenible, disfruta de la declaración de Geoparque Mundial de la Unesco.

Por ello, uno de los itinerarios paisajísticos que la Diputación de Cáceres ya ha señalizado e incluido en su singular mapa es el que parte de Conquista de la Sierra (cruce de la CC-23.5 con la EX-208), y transcurre por Garciaz y Berzocana hasta llegar a Cañamero (acaba en el cruce de la CC-21.4 con la EX-102). Al igual que el resto de los recorridos, puede realizarse a la inversa.

Esta propuesta va descubriendo el flanco suroeste del Geoparque. Tiene un gran valor paisajístico por las vistas que ofrece el relieve montañoso, así como geológico y medioambiental, especialmente por las grandes masas forestales: tanto bosque y matorral mediterráneo (encina, alcornoque...), como bosque caducifolio (castaño, roble, el singular mesto...). «El viajero va atravesando una manta verde de miles y miles de hectáreas donde se suceden valles y ríos cristalinos», detalló ayer la alcaldesa de Berzocana, Mº Ángeles Díaz.

Son carreteras con poco tráfico, lo que favorece la observación de una naturaleza muy bien conservada: ungulados, cérvidos (la berrea resulta sorprendente), otros mamíferos, numerosas aves forestales, grandes rapaces... Las pinturas rupestres suponen otro importante atractivo en los abrigos del cancho de la Sábana y en la cueva Chiquita (visitables). Pero hay mucho más: los caminos al Real Monasterio de Guadalupe, el centro de interpretación de la arqueología en Berzocana, castros celtas, tumbas visigodas, necrópolis romana, pistas con vistas inigualables y especialmente el centro de visitantes del Geoparque.