Ya funcionan las escaleras mecánicas de Alzapiernas. A última hora del lunes el ayuntamiento las activó y ayer fueron la atracción de cacereños y turistas. Con su puesta en marcha se pone punto y final a una de las obras municipales más polémicas que se recuerdan por sus retrasos y complicaciones, que han tenido en pie de guerra a los comerciantes y hosteleros de la zona. Ellos fueron los primeros en utilizarla: «Ya me he subido unas cuantas veces para amortizarla», bromeba Diego Bravo, de Retales Manolo.

Los trabajos para su instalación terminaron a principios de mes y el 6 de septiembre se abrió la calle al público. En cambio solo se podía transitar por las escaleras y las rampas de granito, la escalera mecánica seguía tapada y cerrada. Antes de su puesta en marcha el ayuntamiento quería solucionar algunos problemas que presentaba el contrato de mantenimiento, escollos que se solventaron en la mañana del lunes. De esta manera, tal y como confirmó ayer el concejal de Fomento, Andrés Licerán, la empresa que se ha encargado de su ejecución, RC10, será la responsable también de su conservación durante los próximos siete años. «Había algunas discrepancias en el redactado del proyecto pero los técnicos ya han dado el ok», aclaró el edil. Como ya ocurriera con la apertura de la calle al público, tampoco ha habido inauguración de las escaleras mecánicas. Es la forma que tiene el equipo de Luis Salaya de mostrar que ellos nunca estuvieron a favor de esta actuación. De hecho ayer el alcalde pasó por la calle (tenía un acto a media mañana en el Palacio de la Isla) y ni si quiera se acercó a verlas.

Por recomendación de la marca de las escaleras (Thyssen) funcionarán en las dos direcciones, es decir hacia abajo, desde Parras hasta Moret, y hacia arriba, desde Moret a Parras. Para ello cuentan con un sensor que detecta a los viandantes y se activa en una dirección u otra dependiendo del lugar en el que se encuentren. Cuando la escalera esté en funcionamiento, si se quiere utilizar en la dirección contraria, será necesario esperar a que termine el trayecto la persona que está subida en ellas, después la escalera se parará y comenzará a funcionar en la otra dirección.

Esta opción no convence del todo al ayuntamiento: «El problema será cuando se aglutine mucha gente en la parte de arriba (en Parras) porque terminarán por invadir la calzada y puede ser peligroso», explica Andrés Licerán. Por esta razón, se va a probar en los próximos días el funcionamiento bidireccional pero, si las circunstancias lo hacen necesario, se desactivará y se dejarán solo en sentido subida. «Nuestra idea siempre ha sido dejarlas hacia arriba pero vamos a probar porque así lo han recomendado», insistió el concejal de Fomento.

CERRADAS POR LA NOCHE / Por el momento las escaleras no funcionan las 24 horas y se desactivan por las noches para evitar que sufran actos vandálicos. Ya se han instalado las cámaras de videovigilancia, que graban durante todo el día, aunque falta por realizar algún ajuste técnico del sistema. Por esta razón se ha decidido desconectarlas durante la noche, hasta que las cámaras estén del todo listas.

Todo el que pasó por allí ayer quiso probarlas o, al menos, fotografiarlas para dar fe de que ya están en funcionamiento. «Cómoda es, sobre todo para las personas mayores a las que nos cuesta subir», decía Conchi Baz. Subió y bajó unas cuantas veces. No fue la única. El que se subía volvía a bajar para probarlas una y otra vez. «Estamos contentos de que la calle se haya abierto, aunque se la han cargado», añadió uno de los comerciantes de Moret, Diego Bravo. Se refiere al impacto visual que generan las escaleras, que contrasta con el resto de la calle, algo muy comentado también ayer entre los que se acercaron a comprobar que ya era una realidad. Muchos se quejaban asimismo por la pendiente de la calle, que dificulta el acceso a personas con movilidad reducida (el pasado fin de semana una mujer en silla de ruedas tuvo que ser ayudada por cuatro personas para bajar por ella) y de que la escalera mecánica solo ocupe el último tramo de la cuesta.

La calle se ha abierto y las escaleras funcionan pero las obras no han concluido aún. De hecho ayer por la mañana los operarios trabajaban en el extremo superior derecho, donde recolocaban una barandilla que se había instalado demasiado alejada de las escaleras. Y tampoco se dan por finalizados los problemas. Por un lado, la empresa tendrá que reparar ahora los daños ocasionados en los negocios colindantes. A la tienda Los Ibéricos le han destrozado la fachada y han dañado también la de la ferretería Mateos Rebollo. Además, la Junta de Extremadura analiza con detalle la obra tras la denuncia recibida porque no cumple las normativas de accesibilidad. No descarta exigir correcciones.