Ocurrió ayer al filo de las diez de la mañana. Mientras uno de los operarios manejaba la máquina para continuar con los trabajos de excavación en la obra de la calle Amberes, donde se levantarán pisos de lujo (justo detrás del hotel Extremadura y al lado de las oficinas de Pinilla), observó cómo se desprendía parte de la tierra acumulada bajo el acerado. Inmediatamente detuvo los trabajos y acordonó la zona en previsión de que pudiera ceder parte de la vía pública. Y así fue. A los pocos minutos se hundieron unos ocho metros de acera, aunque no hubo que lamentar daños personales.

Según explican los técnicos responsables de la actuación es algo común en este tipo de construcciones, sobre todo en época de lluvias porque el agua arrastra la tierra y provoca desprendimientos como este. El problema es que el material que se acumula debajo de los acerados y de la vía pública no es rocoso por lo que es mucho más fácil que el agua lo arrastre y termine cediendo.

De hecho, ante la previsión de lluvia, la constructora había impermeabilizado ya el frontal de la obra que linda con el hotel Extremadura por la avenida Ruta de la Plata. La parte de la calle Amberes no se había protegido porque, a priori, no parecía que revistiera peligro. Por el momento la excavación se ha detenido hasta que se rellene la parte que se ha desprendido para asentar el terreno y se refuerce el resto de la calle, aunque no hay riesgo de que haya más hundimientos. Se ha decidido, no obstante, acordonar el perímetro de la obra, desde la esquina con la Virgen de Guadalupe hasta parte de la calle Roma.

Se trata de una promoción de 45 viviendas que comenzaron a construir el pasado mes de agosto Aesa y Construcciones Sevilla. Van a tener dos, tres y cuatro dormitorios con dos cuartos de baño, cocina, salón y grandes terrazas. Además de suelo radiante y refrescante y domótica en toda la vivienda.