El Ayuntamiento de Cáceres está dispuesto a ceder suelo municipal para que la Fundación Lumbini Garden levante en la capital cacereña uno de los centros budistas más grandes del mundo, según ha confirmado este martes el alcalde, Luis Salaya. El regidor ha avanzado que la Junta y el consistorio darán «todo el apoyo» para que la iniciativa salga adelante, tanto en la agilización de licencias como en los terrenos, que preferiblemente serían de carácter rústico, según pudo conocer este diario de fuentes cercanas a la negociación. Además, fundaciones radicadas en la ciudad: la Mercedes Calles y Carlos Ballestero o la Valhondo se habrían ofrecido a poner a disposición de los empresarios parcelas de su propiedad. Se barajan entre 15 y 20 hectáreas las que serían necesarias.

El centro budista, por el que también pujan Barcelona y Málaga, está aún en el aire, pero «las negociaciones van a buen ritmo» para que recale en Cáceres, ha desvelado el alcalde. Llegaría a la ciudad después de que el intento por instalarlo en Madrid haya resultado infructuoso. En la capital de España y durante el gobierno de Manuela Carmena se habló de la cesión gratuita a la fundación de un terreno en el barrio de Arroyo del Fresno valorado en 4 millones de euros para construirlo.

En ese caso, y según publicó el Diario El Mundo, el edificio incluía el mayor buda sentado del mundo. Una estatua de bronce, de 40 metros de altura (uno más que el de Hong Kong) y 350 toneladas. Un santuario que albergaría dos zonas de restauración, tiendas de merchandising y dos residencias y que, según su artífice, atraería a tres millones de turistas al año. El actual ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida lo ha rechazado.

La historia de este proyecto se remonta a principios del pasado año, cuando el empresario José Manuel Vilanova y representante honorario de la Cámara de Comercio de Nepal en Madrid, le plantea a Carmena la posibilidad de llevarlo a cabo. Esta fundación madrileña está participada por el Ayuntamiento de Lumbini y fue constituida con el objetivo de construir un templo budista en la ciudad de Madrid, que representase un elemento universal de paz, y que divulgara la poderosa cultura budista vinculada a los tres países que mas han influido en ella; Nepal (lugar de nacimiento), India (lugar donde vivió y murió el Buddha Siakamuni), y China, país que promovió la gran expansión del budismo en Asia.

El alcalde de Cáceres quiso dejar claro que es un proyecto de carácter privado. Ha indicado que en enero viajará junto al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y empresarios extremeños hasta Lumbini, lugar donde nació Buda, para perfilar un hermanamiento con esa ciudad, que por cierto, igual que Cáceres, está declarada Patrimonio de la Humanidad.

Salaya no ha desvelado qué terrenos se elegirían, «porque no queremos vender humo», tampoco precisó el número de puestos de trabajo o de turistas que generaría, aunque avanzó que se estarían hablando de cantidades sustanciosas, teniendo en cuenta que solo en su primera fase se plantea una inversión de 25 millones de euros. «Queremos hacer las cosas bien y tenemos claro que si el proyecto avanza tiene que hacerlo con todas las garantías. No vamos a construir castillos en el aire ni a anunciar proyectos que no estemos muy seguros de que pueden acabar».

Al parecer, solo el centro tendría 5.000 metros cuadrados, la estatua dedicada a Buda, jardines abiertos al turista y pequeños edificios como pequeñas embajadas de 10 países asiáticos. Para ello se necesita un terreno que disponga de agua suficiente.