Arranca el año con mejoras de seguridad en el santuario de la Montaña. La cofradía de la patrona reforzará la vigilancia e instalará más cámaras en las inmediaciones de la ermita, según pone de manifiesto a este diario el hermano mayor, Juan Carlos Fernández Rincón. De este modo, se renovará el circuito de videovigilancia que ya existe en el interior de la ermita y la previsión es que se amplíe también a las inmediaciones de la explanada y a la cueva del ermitaño, que estas navidades ha permanecido cerrada al público al contrario que en ocasiones anteriores.

Cabe recordar que en los últimos años la gruta anexa a la ermita ha acogido el belén que despliega la hermandad de la Virgen de la Montaña y es visitable durante el horario de apertura del santuario, pero este año y tras los últimos incidentes ocurridos en el santuario y la falta de garantías para salvaguardar la integridad la seguridad de la instalación, la cofradía ha decidido instalar un nacimiento de pequeñas dimensiones en el interior de la ermita a escasos metros de la patrona. «Desde los últimos robos es un tema que nos inquieta, pone de manifiesto Fernández Rincón sobre la decisión de ampliar el dispositivo de seguridad.

En cualquier caso y al margen del refuerzo en las medidas de vigilancia, el hermano mayor de la cofradía ya recalcó hace meses que la seguridad en la ermita «es extrema». El cofrade hizo estas declaraciones tras el último incidente que sufrió el santuario en agosto de 2018, cuando varios individuos encapuchados accedieron al interior y sustrajeron un ordenador, algunos objetos de la tienda de recuerdos y la recaudación del cepillo, alrededor de 200 euros, además de causar daños en el mobiliario de la ermita. Ni la imagen de la patrona ni el camarín, que cuentan con puertas blindadas, sufrieron ningún desperfecto. En ese momento, las alarmas funcionaron a la perfección y la actuación de la policía fue inmediata.

Entonces la cofradía instaló una verja en el arco de entrada de la ermita para proteger tanto a la imagen de la patrona, los objetos de valor y el mobiliario del interior como la tienda de recuerdos, a la que se accede por la misma puerta. El enrejado fue realizado por la Universidad Popular de Cáceres con el apoyo de la Fundación Valhondo. Coincide este refuerzo de la vigilancia con la intención de la cofradía para abrir al público más zonas del santuario como la sala de mantos.