La Semana Santa está en el ADN cacereño. Seis siglos de tradición cofrade dejan huella. Así lo revela la extraordinaria colección de pasos y figuras de la Pasión que ha reunido el colegio Diocesano, cuyos profesores siguen sorprendidos ante la respuesta de las familias al completo. «Cuando propusimos a los alumnos de 5º y 6º de Primaria, y del aula matinal-comedor, que hicieran un trabajo en este sentido, no esperábamos semejante derroche de creatividad», explica el director, José Luis Domínguez.

Los chavales han realizado más de cien pasos y otras figuras que componen las procesiones: crucificados, nazarenos, vírgenes, mantillas, hermanos de carga, capuchones, cruz guía… Hay pasos de encina, de fieltro, de plastilina, de elementos reciclados, de silicona, de serpentina, de impresiones 3D, de Playmobil, de Barbie... Hasta los diminutos mantos marianos han sido bordados con el mayor de los esmeros por las abuelas. Literalmente no falta un detalle.

El resultado es tal que las fotos ya vuelan por los foros cofrades. El propio presidente de la Unión Cofrade de Cáceres, Santos Benítez, ha visitado ‘in situ’ los trabajos y ha revelado su sorpresa por el esfuerzo. Esas imágenes entrañables de los cristos y ese mimo a las vírgenes han atraído la atención de muchos ciudadanos, que han mostrado su deseo de ver la muestra. Puesto que el colegio no está abierto al público por motivo del covid, finalmente se ha decidido que la exposición se instalará en el seminario a partir del próximo jueves y durante toda la Semana Santa.

Dicha muestra continúa la línea del colegio Diocesano de trabajar el patrimonio tradicional extremeño, «que generación tras generación ha sido transmitido y que merece ese reconocimiento y continuidad», subraya el director. Además, la propuesta ha ido creciendo en motivación y lo que empezó siendo una manualidad de una actividad tutorial, «ha pasado a ser una actividad creativa y vivida por las familias completas, donde han surgido comentarios, historias y experiencias de Semana Santa. Muchos cuentan anécdotas de sus abuelos, de sus primos, de sus vecinos, de sus padres… Se ha fomentado la comunicación en la familia protegiendo la identidad de nuestra tradición cacereña», destaca el director.