Nueva cruzada para que la Cruz no se quite. Los concejales del Partido Popular, representados en la figura de su portavoz, Rafael Mateos, y los ediles no adscritos Francisco Alcántara, Teófilo Amores y María del Mar Díaz, han sorprendido esta mañana presentando para su debate y aprobación en el pleno una moción para dedicar la Cruz de los Caídos a la memoria de todos los cacereños desaparecidos a consecuencia de la pandemia del coronavirus. De ser aprobada, se cambiará la inscripción actual por otra que exprese: “A los fallecidos a consecuencia de la Pandemia de COVID-19”. Además solicita que el Ayuntamiento de Cáceres se oponga y actúe jurídicamente, incluso con la acción en tribunales, contra cualquier intento tanto de erradicar la Cruz de su ubicación actual como, incluso, de su derribo.

En la exposición de motivos de la moción se recuerda que el 9 de septiembre de 1937 el ayuntamiento Pleno de Cáceres acordó sustituir la “Fuente del Lápiz” (también conocida como “La Palmatoria”, por su forma) por una cruz de piedra. Las obras comenzaron inmediatamente tras la adopción del acuerdo, terminándose en mayo de 1938, siendo inaugurada aquel mismo mes. Se dedicaba a la memoria de una parte de los fallecidos a consecuencia de la guerra fratricida que por entonces se libraba en suelo español.

"Quedamos en la Cruz"

Al tiempo de aprobarse la Constitución de 1978 "la mayor parte de la población cacereña -sostiene la moción-. no relacionaba ya, en absoluto, la Cruz de los Caídos con la Guerra Civil pues había devenido, desde muchos años antes, a ser un punto de referencia más en la encrucijada de las calles cacereñas constituyendo tanto un lugar de encuentros («quedamos en la Cruz»), como una indicación orientativa («subes por Cánovas y, al llegar a la Cruz, la calle de la derecha») o como una delimitación de espacios («de la Cruz para arriba —o para abajo—»). Es decir que había sido la propia dinámica de la sociedad cacereña la que había desvinculado por completo el monumento en cuestión de cualquier connotación bélica".

La medida de 1986

Cuarenta y ocho años después de ser erigida, ocho años después de la aprobación de la Constitución Española vigente, en 1986, ya en plena democracia, "un ayuntamiento plenamente constitucional y democrático, gobernado por el Partido Socialista Obrero Español, en sesión plenaria y por acuerdo unánime de todos los concejales de cualquiera de los signos políticos que lo componían, decidió descontextualizar de un modo oficial el monumento de su dedicatoria original y, guiados por el espíritu de concordia que subyace en la Constitución, dedicarla a la memoria de todos los fallecidos en aquel evento, sin exclusión", reitera la moción.

En esa exposición apunta que "fue a partir de 2007 (once años después del acuerdo municipal anterior que modificó de modo total la dedicatoria de la Cruz) y con motivo de la aparición de la Ley de Memoria Histórica cuando una pequeña y poco representativa parte de la población pretendió que este monumento municipal quedara sometido a la aplicación de dicha Ley. Sin embargo, reiterada jurisprudencia ha venido declarando que las decisiones de los Ayuntamientos plenamente democráticos referentes a estos monumentos descontextualizan de modo indubitado a los mismos del sometimiento a citada Ley". En tal sentido, por ejemplo, "el reciente pronunciamiento (mayo de 2021) del Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB) respecto al monumento de Sa Feixina, levantado en recuerdo de los fallecidos en el crucero “Baleares”, añade.

Jurisprudencia

Y vuelve a tirar de jurisprudencia: "En el mismo sentido, la Sentencia del TS (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 7ª) de 4 marzo 2013 RJ\2013\3203, en el Recurso de Casación 4280/2011, que desestima la solicitud de la retirada de un símbolo religioso, el denominado «Cristo de Monteagudo», ubicado en el castillo musulmán de Monteagudo (Murcia). Así, en esta sentencia se afirma que «no puede desconocerse que la materia sensible del símbolo (...) trasciende a sí misma para adquirir una relevante función significativa. Enriquecido con el transcurso del tiempo, el símbolo... acumula toda la carga histórica de una comunidad, todo un conjunto de significaciones que ejercen una función integradora y promueven una respuesta socioemocional, contribuyendo a la formación y mantenimiento de la conciencia comunitaria, y, en cuanto expresión externa de la peculiaridad de esa Comunidad, adquiere una cierta autonomía respecto de las significaciones simbolizadas, con las que es identificada; de aquí la protección dispensada a los símbolos... por los ordenamientos jurídicos» (F. 7). O como establecía el Ministerio Fiscal en este mismo asunto: «la estatua del Cristo de Monteagudo forma parte, no sólo ya de la simbología religiosa tradicional de la ciudad de Murcia sino además de su propia fisonomía cultural, porque así lo ha querido el consenso social».

A juicio de los ediles, "a día de hoy han transcurrido 84 años desde la construcción de la Cruz y otros 35 años desde aquel acuerdo por el que un ayuntamiento plenamente democrático asumió e hizo suya la Cruz de los Caídos con todas sus consecuencias.. En todos estos años los cacereños no han relacionado la Cruz con acontecimientos luctuosos sino, más bien, han considerado a este monumento municipal, como ya se ha indicado, un punto de referencia, un lugar de encuentro, un lugar geográfico perfectamente localizado por todos, y que ha servido de referencia a varias generaciones".

Los concejales que suscriben esta moción "entendemos que resulta fuera de lugar seguir relacionando al monumento de referencia con acontecimientos sucedidos hace casi un siglo y, al igual que se ha hecho con algunas plazas, avenidas y calles de la ciudad, cuya dedicatoria ha sido modificada “por razones de oportunidad”, consideramos que la Cruz debe dedicarse a la memoria de todos los cacereños que han perdido su vida a consecuencia de la pandemia de COVID-19 que a tantos cacereños se ha llevado por delante y que han tenido un escaso reconocimiento en un pequeñísimo y apartado monumento impropio de la catástrofe sufrida por nuestra sociedad".

Por ello, piden finalmente, que el pleno ratifique "de modo expreso e indubitado la descontextualización que realizó la Corporación Municipal de 1986 llevando la misma mucho más allá".