El niño que dibujaba en cualquier servilleta de papel y hace un año celebraba el Goya de la versión cinematográfica de su novela gráfica Buñuel en el Laberinto de las Tortugas, cerró ayer la Feria del Libro de Cáceres con 'Medea a la deriva', la última propuesta cocinada a fuego lento durante la última década. «Quería salir del cómic costumbrista y buscar otro giro» confesaba ayer en autor en la presentación. Para ello eligió a la villana por excelencia de la literatura mundial, que había captado su atención muchos años antes viendo la película Jason y los argonautas. A través de Medea, único personaje de la novela, Solís plantea «un libro en torno a la muerte», pero en el que además derriba el mito de la mujer malvada para erigirla «en mito feminista, como mujer que se rebela contra los dictados que la Grecia Clásica tenía para ella, aunque lo hace de la forma más brutal», según apuntó, e introduce además temas como el calentamiento global o el aislamiento social.

La obra se está adaptando ya para llevarla al teatro y se prevé estrenar a finales de este año. 

La presentación se tuvo que cerrar antes de tiempo por la amenaza de tormenta ayer por la tarde, aunque el autor pudo después firmar ejemplares de su obra.