Si alguien pregunta por Ana Mariscal será raro que en la respuesta no se la relacione con Cáceres. Y es que la directora, pionera del cine en España, fue cacereña por el más poderoso de los motivos, por amor, y precisamente en la capital dio comienzo a su andadura en el cine como realizadora con su propia productora. La casualidad provocó que entrara en el séptimo arte y hasta llegó a protagonizar la película Raza , con guion de Franco, aquella cinta que ensalzaba la dictadura tras la postguerra. Paradójico papel para una figura que más tarde fue silenciada, ya en su etapa como directora, por el franquismo.

En una década estuvo al frente de casi medio centenar de largometrajes y ahora, el Festival de Cannes, que celebra esta semana su 74 edición, la rescata de un olvido que ha ido remediando en los últimos años y proyecta este viernes una copia de su singular cinta ‘El camino’ (1964), una adaptación de la obra de Miguel Delibes alabada por la crítica. El acto estará presentado por su hijo David García Rodríguez y forma parte del programa de Cannes Classics, una categoría en la que la cita cinematográfica recupera los clásicos. Según recoge la organización del festival, en el pase se proyectará una versión restaurada supervisada por Ramón Lorenzo Sierra a partir del negativo del montaje original. 

Ana Mariscal, en un rodaje. EL PERIÓDICO

En esta edición, Mariscal junto a la japonesa Kinuyo Tanaka y Márta Mészáros son las mujeres que conforman la selección del festival en la que se encuentran Oscar Micheaux, Bill Duke, Roberto Rossellini, Jacques Doillon, Krzysztof Kieslowski, Orson Welles, Masahiro Shinoda, Alain Resnais, Gilles Grangier, Philippe de Broca, Zdravko Velimirovic y David Lynch, entre otros. La cita compagina esta sección con la oficial en la que a lo largo de estas dos semanas desfilan estrellas internacionales, entre ellas Pedro Almodóvar, presente en la gala de apertura, y han presentado sus novedades Julia Ducournau, Mia Hansen-Løve, Paul Verhoeeven y Wes Anderson. De esta manera, el cine muestra su reconocimiento a la creadora, actriz, productora, directora y escritora. Ana María Rodríguez Arroyo Mariscal nació en 1923 en Madrid. Fue estudiante de Ciencias Exactas aunque la guerra la obligó a interrumpir los estudios. En 1940 acompañó a su hermano Luis Arroyo a una audición y el director de la película, también Luis Marquina, se fijó en ella y le dio un papel. Protagonizó todo tipo de cintas hasta que alcanzó fama como imagen del cine de la época. En 1949, a los 26 años, durante un rodaje conoció al fotógrafo cacereño Valentín Javier García-Fernández, se enamoraron y se casaron en 1954.

Desde entonces su vida permaneció ligada a la capital cacereña. Junto a Javier crea Bosco Films, la productora con la que filmará gran parte de su filmografía hasta que en el 68 finalmente abandonó el cine para dedicarse al teatro y montar su propia compañía. 

«Fue un tiro en la barriga» 

A la dirección se pasó a la dirección «por inquietud artística y por seguir avanzando». Así, en el 52 con ahorros y un premio de la lotería de un amigo a modo de préstamo, se embarcó en el que sería su primer largometraje, ‘Segundo López, aventurero urbano’, una historia que partió de la pluma del periodista cacereño Leocadio Mejías, que rodó entre Madrid y Cáceres y que protagonizó el también cacereño Severiano Población, que dirigió el cine de verano de San Blas e inauguró precisamente con esta cinta. A pesar de los aplausos en la sala, la película cayó a las autoridades como «un tiro en la barriga», según recuerda el hijo de Mariscal sobre las declaraciones de la Junta de Censura. Fue calificada como tercera categoría y apta para mayores de 16, lo que dificultó su distribución.

Fue silenciada hasta que con ‘El camino’ alcanzó el reconocimiento. Su obra como directora, recoge Susan Martín-Márquez en Feminist Discourse & Spanish cinema , es «excepcionalmente diversa, en ella se ve la huella del control franquista y la necesidad de rebelarse contra él». Aunque pasó décadas censurada, su trabajo se recuperó y antes de fallecer en 1995 recibió la medalla de oro en Bellas artes. Ahora vuelve a ser reconocida y con ella, todo lo que rodó a su paso.