Desde hace ya tres años un establecimiento de restauración se ha ganado por méritos propios un espacio en el Olimpo de la Cocina extremeña. En El Tinglao de Alba no verás a camareros con pajarita, ni sumilleres estirados, ni protocolos estrictos, pero se come tan bien como en estos lugares donde se siguen esas normas. Tan bien o mejor. Emilio de Alba es el carismático profesional de la restauración que está al frente de El Tinglao de Alba. Tiene tras de sí muchos kilómetros de profesión y muchos amigos y clientes que dan fe de su buen hacer. Hay tres secretos que convierten a El Tinglao de Alba en toda una referencia culinaria en Cáceres. ¿Quieres saberlos?
Una cocina excepcional
El Tinglao de Alba se ha convertido tras solo un año de andadura en toda una referencia para quienes quieren comer muy bien, pero sin las formalidades que a veces impone la alta cocina. Al frente de los fogones se encuentra Carlos Hernández, que tiene unas manos excelentes para cualquier cosa, pero especialmente para las carnes, asistido por Macarena de Alba. Ahora Carlos Hernández triunfa con unos bacalaos que quitan el sentido. Su ensaladilla de gambas es uno de las tapas más solicitadas. Si quieren saber por qué no se puede explicar con palabras: simplemente pruébenla.
Emilio de Alba, restaurador con gran olfato para dar a los clientes siempre productos supreme. La experiencia en la tienda De Alba Selección le ha servido para localizar las cosas que más aceptación tienen. El Tinglao de Alba es fruto de sus muchos conocimientos en el campo de la hostelería, como si se tratase de un laboratorio gastronómico en el que se experimenta solo con lo mejor.
Un servicio inmejorable: Emilio de Alba
Emilio de Alba señala que el boca a boca ha hecho de este establecimiento lo que es. Todos los que pasan por el El Tinglao de Alba hablan después maravillas de él, tanto de sus desayunos, como de sus almuerzos y cenas, subrayando el trato, los precios ajustados y el ambiente que se respira en este templo del buen comer como algunos de sus atractivos.
La filosofía de El Tinglao de Alba no ha cambiado: “Es para comer bien, pero de una manera informal. La calidad es nuestra referencia”, subraya su propietario. Efectivamente, las carnes exquisitas son el ‘buque insignia’ del establecimiento. Eso sí todos los productos derivados del cerdo como de vaca son netamente extremeños. La carne de vaca se presenta en los formatos de solomillo, entrecot y chuletón.
La carta destaca por sus raciones para compartir, con las mejores viandas ibéricas, quesos extremeños, berenjenas fritas con miel, salazones y conservas de la tienda gourmet… Mención especial tienen los huevos estrellados con panceta de cerdo ibérico perfilada de Jerez de los Caballeros. Con el calor de la patata la panceta se deshace y es una auténtica maravilla sensorial. Recientemente se ha hecho una importante apuesta por el pescado. El pescado tiene tres grandes presentaciones: lomo de bacalao con vinagreta de berberechos, bacalao a la dorada, y soldaditos de pavía (un bacalao rebozado con alioli suave).
En la barra y atendiendo la terraza se encuentran Samuel Romero, Patricia Pérez y Mónica Ruiz, camareros eficientes que le servirán con esmero y atención cada una de sus peticiones.
En El Tinglao de Alba son expertos en carnes de cerdo y de vaca. En cerdo trabajan casi todas las partes (solomillo, pluma, secreto, presa, lagarto…)
Además la carta se ha enriquecido con ensaladas, con una gran aceptación la de aguacates, langostinos y piña, así como la de perdiz. La estrella sigue siendo, un año más, la famosa ensaladilla de gambas de Carlos Hernández. No se la pierda.
Buenos vinos a precio razonable
En vinos ha aumentado un poco sus referencias, decantándose por “vinos maravillosos a un precio razonable, de distintas denominaciones de origen. No hay que gastarse 50 euros para beber un gran caldo. Prefiero que mis clientes beban dos botellas de vino de 20 euros que una de 50”, explica Emilio. Las nuevas referencias son de Tomás Postigo, Pesquera o Arzuaga, entre otras. Además son muy generosos sirviendo el contenido de cada vaso. Compruébelo.
En la terraza de El Tinglao de Alba hay 15 mesas con una capacidad para 60 comensales. Dentro hay un pequeño comedor y un coqueto reservado para 15 personas, donde están teniendo mucho éxito sus catas de cervezas y de los exquisitos vinos. En él se pueden desarrollar tanto reuniones familiares como de amigos y de trabajo (cuenta con una gran pantalla de televisión), tiene una bodega e incluso nevera con cervezas de importación. Muchos clubes de gourmets se dan cita en este santuario.
No hay que perder de vista los desayunos con su archiconocido ‘Mollete Tinglao’, con pan, tomate, jamón ibérico, tortilla francesa con taquitos de jamón y queso, pimentón y aceite. También se pueden pedir tostadas de aguacate, queso fresco, choriqueso, parisina, philadelphia, queso curado, jamón, atún y queso y lomo ibérico.
El horario es otro de los atractivos de El Tinglao de Alba ya que abre de 8.00 horas de la mañana a cierre todos los días y los sábados lo hace al mediodía. De lunes a jueves cierran de 17.00 a 20.00 horas. Por la noche, al relente de la avenida Ruta de la Plata, la terraza se llena y tienen un carrito para bebidas preparadas.
Las manos de Carlos Hernández, las atenciones de Emilio de Alba y los vinos excepcionales a un precio aceptable son los tres secretos de El Tinglao de Alba. Ahora solo queda que pases a descubrirlos. ¿Te atreves?
Los tres secretos
- Una cocina excepcional: las manos de Carlos Hernández.
- Un servicio inmejorable: Emilio de Alba
- Buenos vinos a precio razonable
