Cáceres y su provincia son un enclave excepcional para disfrutar de una escapada diferente durante la época estival. La geografía cacereña ofrece posibilidades turísticas para todos los gustos, desde patrimonio cultural y artístico, hasta maravillosos espacios naturales donde disfrutar de su paz y tranquilidad. Además de encantadores pueblos llenos de historia y una gastronomía para chuparse los dedos. Existe una cocina sin misterios, con una gran base tradicional y donde los alimentos adquieren otra dimensión. Una cocina elaborada con mucho cariño, un lujo de fogones.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Cáceres, Jorge Villar, ha destacado que «la ciudad es un destino seguro desde el punto de vista sanitario por nuestras características demográficas, paisajísticas, nuestra oferta de ocio al aire libre y por el enorme esfuerzo realizado y que se sigue llevando a cabo por parte de las administraciones y empresas locales para prestar servicios a los viajeros». 

«Guadalupe es uno de los centros de peregrinaje más relevantes de la Península»

En concreto, la ciudad hará especial hincapié en ofertar al visitante su nuevo y espectacular museo de vanguardia como es el Helga de Alvear y su Casco Viejo. «Estamos preparados de cara a la recuperación de la movilidad turística presentándonos como lo que somos, un sitio seguro y de excepcional calidad ante la llegada inminente de viajeros nacionales e internacionales. El hecho de que a la provincia le vaya bien en materia de turismo, siempre repercutirá positivamente en la capital y viceversa», ha dicho.

En este sentido, si buscas aguas tranquilas, puedes darte un chapuzón y confirmar que, efectivamente, Baños de Montemayor es un lugar que quita el hipo por su belleza. «Puedes disfrutar además de varias rutas de senderismo entre una frondosa vegetación con las mejores vistas y de diferentes actividades de ocio (competiciones deportivas, cine al aire libre, ludoteca, conciertos, kayak, paddle surf, etc). El pueblo te permitirá despejarte con la inmensidad del entorno natural como la buena compañía de sus habitantes», ha señalado el alcalde del municipio, Óscar Mateos.

Baños de Montemayor, una experiencia inolvidable para el viajero. EL PERIÓDICO

Aquí te harás una de las mejores fotos del verano, no lo dudes. En el interior de la localidad, te espera también el Balneario de Termas Romanas «para un plan absolutamente reparador y relajante», ha resaltado Mateos. «Cada vez llegan más viajeros de Cáceres, Badajoz, Madrid, Salamanca... Un dato curioso es que la estancia media en el conjunto de alojamientos turísticos está aumentando con respecto a otros años y a pesar de la pandemia del coronavirus», ha apuntado Mateos.

Del mismo modo en Guadalupe, puedes perderte cualquier día de verano, si de lo que se trata es de desconectar alrededor del Real Monasterio. La Puebla te lo pone a tu alcance. Aunque te cueste unas cuantas agujetas no debes perder la oportunidad de realizar el Camino Real en su Año Jubilar (se ha prorrogado hasta 2022). «Guadalupe es uno de los centros de peregrinaje más importantes de la Península, junto con Santiago de Compostela. La gastronomía es otro de los alicientes para peregrinos y visitantes con platos como cordero y cabrito de la tierra, el ajoblanco, el venado en estofado, las migas, la morcilla, o las roscas de muégado», ha manifestado el primer edil guadalupense, Felipe Sánchez Barba.

El Real Monasterio de Guadalupe, en la imagen, que recibe durante todo el año a peregrinos de todo el mundo. ALBERTO MANZANO

Otro espacio fascinador es Cuacos de Yuste. «El segundo verano covid ha traído consigo un repunte de gente de Madrid, Cataluña, País Vasco, entre otros. La cosa va genial. Está siendo bastante mejor que el del 2020, y además, se nota más alegría. Si la gente incumple, volveremos atrás. Hay que ser sensatos y hacer las cosas bien», ha expuesto el regidor cuacareño, José María Hernández.

Cuacos, un paisaje pintoresco. EL PERIÓDICO

Pasear por Cuacos de Yuste supone perderse entre el encanto de las calles y plazas repletas de ejemplos de arquitectura serrana, con sus típicos entramados de madera y balconadas. Asimismo, la presencia de la figura de Carlos V es omnipresente, comenzando por el monumento en su honor que encontramos en la entrada, pasando por la Plaza de Don Juan de Austria, donde se encuentra la casa donde vivió este rey – llamada popularmente «Casa Jeromín», que es como se conocía al hijo ilegítimo de Carlos V -. Un sitio que es, sin duda, una de las postales más reconocibles de la población, junto a su monasterio, en La Vera.

Llegar a Casar de Cáceres, a 10 kilómetros de la capital cacereña es encontrarse con la cuna de la afamada Torta del Casar. «La localidad permite al turista durante los meses estivales disfrutar de su naturaleza por distintas rutas de senderismo o en bicicleta entre ellas la Ruta de la Lana y la Ruta Vía de la Plata. Disponemos de una amplia oferta de actividades semanales y de fin de semana de lo más variada para todos los públicos», ha asegurado el alcalde casareño, Rafa Pacheco

Casar de Cáceres es uno de los grandes hitos de la Vía de la Plata. EL PERIÓDICO