La investigación comenzó el pasado mes de enero y la llevó a cabo la Guardia Civil. El objetivo era acreditar si los núcleos zoológicos de la provincia cumplían la ley. Los agentes lograron entrar en uno de estos establecimientos dedicados a la recogida, acogida, adiestramiento, cría o venta de animales. Dentro tenían a 109 perros de rehala para la caza. Fue allí donde los miembros de la Benemérita se enfrentaron a un espectáculo terrible. A 107 de ellos se les habían practicado técnicas quirúrgicas consistentes en el corte total o parcial de la cola (caudectomía) y el corte de orejas (otectomía), operaciones prohibidas en España desde la entrada en vigor en 2018 del Convenio Europeo sobre Protección de Animales de Compañía. Un informe más exhaustivo desveló que a 38 de los perros se les había practicado una caudectomía, y a los 69 restantes ambas intervenciones.

Pero aquí no queda la cosa. Los agentes realizaron una profunda investigación de todos los documentos que recabaron: pasaportes de animales de compañía, vacunaciones y tratamientos antiparasitarios obligatorios, inscripciones en registros oficiales, documentos relacionados con el transporte de los perros... Fue así como los miembros del Seprona se percataron de la existencia de distintas irregularidades e indicios acerca de la posible comisión de diferentes ilícitos penales.

Tras inspeccionar otras instalaciones estrechamente relacionadas con ésta, se comenzó a investigar a tres personas por su supuesta participación en los delitos de falsedad en documentos oficiales y usurpación de estado civil, además de quebrantamiento de condena ya que a uno de los investigados le constaba una prohibición para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con los animales, así como para la tenencia de los mismos.

Finalmente se procedió a la detención de una cuarta persona a la que, además de dos de los ilícitos anteriores, se le atribuye, como responsable de la rehala, la comisión de un presunto delito de maltrato animal, debido a que 52 de los perros que había sido operados, habían nacido en fechas posteriores al 1 de febrero de 2018 (fecha de entrada en vigor del precitado Convenio Europeo), por lo que ante dichas operaciones de corte de cola y orejas podrían haber constituido una práctica prohibida e ilegal. 

Finalizaba así la denominada Operación Hundoj llevada a cabo por el Seprona de la Guardia Civil de Cáceres para el esclarecimiento de los hechos que venían siendo investigados, remitiéndose el conjunto de las actuaciones al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Cáceres.

Pero ¿por qué se cortan las orejas y cola a los perros? En el caso de razas como los pitbull, doberman y algunos dogos se hace para que no tengan un punto débil en las peleas. Con los schnauzer se realizaba esta práctica para mantener sus orejas levantadas y así obtener mejores puntuaciones en concursos de belleza canina. Aunque se ha comentado desde algunos sectores que para algunos perros de caza la amputación del rabo es beneficiosa para su trabajo y su salud, porque facilitaría su entrada en madrigueras y evitaría que se enredasen en zarzas, este es un argumento discutible.