Natividad Zancada, vecina de Aldea Moret, optó por levantase pronto ayer domingo para situarse en la cabecera de la primera tanda. «He tenido familiares cercano con esta enfermedad, sobre todo mi madre. Vengo a apoyar a todas las personas que la sufren, sabiendo además que nos puede pasar a cualquiera». Muy cerca, Mamen Plaza, vecina de Mejostilla, mostró su solidaridad enfundándose la camiseta fucsia para animar «a las personas que tienen que luchar contra este cáncer, que no tiene compasión ni distingue de edades , y que necesita más fondos para investigación». Ellas fueron dos de los 2.000 participantes que se sumaron ayer a la III Marcha Rosa y Carrera de la Mujer, organizada por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

Ha sido el primer evento multitudinario promovido por este colectivo tras los peores meses de pandemia. Y los ciudadanos han respondido agotando en solo horas todas las plazas disponibles. Los asistentes se dividieron ayer en cuatro tandas de 500 personas para evitar excesivas aglomeraciones. Las salidas se tomaron a las 10.00 (en este caso la Carrera de la Mujer). 10.30, 12.00 y 12.30 (las tres últimas como marchas a pie). En todos los casos se cubrieron 4,8 kilómetros (inicio y meta en avenida de España) por vías muy céntricas como Cánovas, avenida Clara Campoamor, Hernán Cortés y avenida de Alemania. No faltaron los premios para las ganadoras de la carrera: Alicia Collado, seguida de María Isabel Gonzalo y Antonia de Puerto.

El paseo de Cánovas fue inicio y fin de la marcha. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

El momento más simbólico tuvo lugar en la salida de las 10.30. Rebeca Rivero y Manuela Gómez, dos jóvenes supervivientes de esta patología, cortaron la tradicional cinta a la altura del Bombo de la Música, donde la empresa Pebetero tenía toda la logística a punto. «Es muy importante concienciar a la sociedad de que esta enfermedad nos puede tocar a cualquier mujer, jóvenes y menos jóvenes. Una de cada nueve padece cáncer de mama en algún momento de su vida», explicó Manuela Gómez. «Todas podemos sufrirlo, por eso hay que darle visibilidad y por eso la jornada de hoy es tan importante», subrayó Rebeca Rivero.

El próximo año: 6.000 dorsales

En primera línea de salida estaba Pedro Pastor, presidente de la AECC en Cáceres. «Estamos viviendo con mucha emoción este reencuentro, dos años después de la anterior edición, para apoyar a las mujeres con cáncer, a sus familias, a sus parejas, a sus hijos… Queremos que sientan que estamos cerca, y al mismo tiempo concienciar de la necesidad de un diagnóstico cada vez más precoz del cáncer de mama, el más frecuente entre las mujeres», declaró el responsable, quien además anunció que el próximo año volverán a convocarse 6.000 dorsales.

Hubo participantes de todas las edades. Los ciudadanos se volcaron. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Por su parte, María de los Ángeles Costa, concejala de Economía, Hacienda, Comercio y Empresa del ayuntamiento, quiso hacer hincapié en que «las instituciones estamos dispuestas a colaborar en lo que se nos pide, especialmente en la lucha contra el cáncer de mama porque afecta a muchas mujeres».

El evento fue una muestra de que poco a poco la ciudad vuelve a la normalidad, y además se consolida como una de las citas más representativas tanto por la participación como por su marcado carácter social. Permite tres objetivos: divulgar entre la población la necesidad de estar atentos para una detección temprana, recaudar fondos para la investigación, y concienciar sobre la importancia del deporte.