Frente a la capital cacereña más conocida y actual, existe otra que transcurrió durante el siglo XX, llena de curiosidades, bonitas historias, anécdotas y rarezas que muchas personas no conocen y otros recordarán. Es precisamente esta visión de la ciudad la que ha querido plasmar el escritor Antonio García Villalón (Cáceres, 1962) en su último libro ‘Más de cien chascarrillos de Cáceres’.

Entre sus páginas se observa esa capacidad para «dotar de vida las vivencias de los ciudadanos que llenaron de actividad, esfuerzo, trabajo y alegría los barrios, cines, comercios, la feria, edificios antiguos, tabernas, bares, salas de fiesta, fábricas, internados, pabellones, el ferrocarril, los que sufrieron la dureza de las migraciones... Este trabajo es fruto de la colaboración de numerosa gente. He contado con la ayuda de personas que aportaron sus interesantes y emotivos relatos, de todo aquel a quien le pedí ayuda o una foto. El ejemplar es de todos», destaca a El Periódico García.

Uno de los objetivos principales de este libro, como reconoce su autor, «es redescubrir de nuevo hechos ignorados o olvidados por algunos, pese a pasar ante ellos con cierta costumbre, que deben llenar en parte el pozo del conocimiento de tantísimos cacereños o amantes de nuestro municipio».

Es una lectura recomendable, porque habla de esos lugares «que forman parte de la historia personal de bastantes familias. Yo no soy de los que piensa que cualquier tiempo pasado es mejor, pero sí que veo que yo era más joven. Cada vecino tiene su paisaje y su ciudad, aquélla en la que nació, creció y vivió», dice.

«No pienso que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero veo que yo era más joven», asegura

Por esta obra desfilan personajes célebres como Paco Martín (un grande de la canción), Manolo Sánchez (futbolista de primera), María Márquez (luchadora sin infancia), Ana (una chica de la Universidad Laboral) junto a otros que pertenecen más a la cultura popular como Franquete (humorista solidario) o Sánchez Cortés (deliciosas golosinas). «Sin duda, para quien escribe merecen el mismo respeto y reconocimiento tanto los consagrados por la historia como esa amplísima mezcolanza de personas que han construido entre todos nuestra realidad social. Tampoco falta la presencia de la Semana Santa de la mano de Carlos Carrasco, los chascarrillos de la Autoescuela Campos, las Patatas Fritas El Gallo, el último horno de cal, el Figón de Eustaquio, Mármoles Vivas...», asegura con emoción.

Son 287 páginas con cerca de 800 fotos. Es un libro que no defraudará a cualquier «enamorado de la ciudad y sus alrededores», manifiesta. La obra fue publicada por la Editorial Canchales (pueden adquirirla en el siguiente número de teléfono: 669-03-85-10).

Preguntado por si cree que los lectores tendrán una mirada diferente de la capital cacereña tras leer su libro, Antonio García Villalón resalta que «la finalidad de este seductor ejemplar ha sido rescatar y dar a conocer un municipio que ya no existe, ni volverá. Una espléndida compilación de recuerdos que despiertan la añoranza de un tiempo pasado, y que con el paso de los años van quedando arrasados por los dictados del progreso».