Cáceres está batiendo todos los récords en turismo y la ciudad se ha convertido en una referencia de las escapadas de interior, de las internacionales, de las de los famosos y, también, de aquellos que acuden a la capital cacereña en busca de tratamientos médicos y contratan, al tiempo, un tour por el que está considerado según la Unesco tercer conjunto monumental de Europa.

Desde finales del siglo XX y principios del XXI, el turismo de salud, turismo sanitario o turismo médico es un fenómeno global que se fundamenta en el viaje a otra ciudad o país con el fin de recibir algún tipo de tratamiento o atención médica que o bien no existe en el país donde se reside, o bien posee un precio más competitivo. En el caso en concreto de la medicina estética, el turismo médico se concretaba principalmente en aquellos enclaves que se reconocían como verdaderas potencias en este campo de la medicina, como Brasil o Colombia.

De un tiempo a esta parte, ese flujo de pacientes a países sudamericanos, sobre todo los procedentes del centro y norte de Europa, experimentó un notable cambio cuando España comenzó a erigirse en otra potencia por la calidad de sus servicios, que la situó en la élite mundial.

La Clínica del Doctor Oyola en Cáceres, englobada dentro de la franquicia Clínicas Revitae, recibe, desde hace diez años, a pacientes de toda España y más de allá de sus fronteras, que llegan dispuestos a someterse a tratamientos de medicina estética y flebología. Hasta aquí han llegado clientes de Galicia, Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Baleares y Cantabria, de Suiza, Portugal, Francia, África o Marruecos.

El director médico de Clínicas Revitae, Yelidá José Oyola, el que fuera jugador del CP Cacereño los 90, recuerda que los pacientes que precisan un desplazamiento muy largo, «pernoctan normalmente varias noches y durante su tiempo de estancia les recomendamos lugares de nuestra inigualable ciudad, nuestra gastronomía y nuestro legado histórico y cultural». Los pacientes llegan en busca de tratamientos de medicina y cirugía estética y, qué mejor forma de curarse que usando un prospecto llamado Cáceres.