Al principio parecía que no, ya saben ustedes como son los cacereños cuando se trata de manifestar alegría en público, pero la cosa se fue animando y pasadas las nueve de la noche cientos de personas arrancaron a bailar ‘El Redoble’ del mejor modo que podían: unos con gracia, otros con talento folclórico, muchos perdidos entre paso y paso, pero todos disfrutaron de lo lindo y la ovación final se escuchó en medio casco viejo.

La ‘macroquedada’ organizada este jueves por la Asociación de Folclore El Redoble en colaboración con el ayuntamiento, ha llenado más de media plaza Mayor. Allí estaba Lucía, de 11 años, que presumía orgullosa de traje regional y de saberse «entero» el baile más popular de Cáceres que le ha enseñado la madre de su amiga Candela. «Este año iré a clases», contaba entusiasmada. También estaban las hermanas Patricia e Isabel Vaca, de 44 y 46 años, que se defendían con brazos y pies ligeros y no lo dudaban: «Hay que bailar el Día de Extremadura». Pero también Inmaculada, Reme, Fati y otras mujeres del grupo Trébol, junto a concejales como José Ramón Bello, Jorge Villar, Fernanda Valdés o David Holguín, que ponían mucho empeño, mucho, pero tendrán que ensayar un poco más...

Miembros de ‘Trébol’ que no han querido perderse el ambiente. LORENZO CORDERO

Para ser el primer año de ‘quedada’, el público ha llenado hasta los arandeles del Foro, de la Torre de la Hierba y de Gran Vía, pero se han echado en falta trajes típicos. Los miembros de ‘El Redoble’ ofrecieron durante una hora un excepcional repertorio de músicas populares y letras sabias, que los espectadores han seguido sin moverse de la plaza hasta que ha llegado la explosión de ‘El Redoble’, cuyos pasos fueron explicados detalladamente por el grupo (este verano ha dado clases en barriadas y piscinas). La conclusión se ha hecho evidente: Cáceres tiene que volver a redoblar para irle cogiendo el tranquillo. 

Nuevas generaciones: no han faltado a la ‘quedada’ y ya se saben los pasos. LORENZO CORDERO