Denuncian que los presos llevan un año gestionando solos la cocina de la cárcel de Cáceres

El personal de la cárcel de Cáceres denuncia que desde hace un año los presos se encargan de la cocina sin ser supervisados. En esta nueva queja que han hecho pública los funcionarios de la prisión a través del sindicato Acaip, sostienen que desde que se jubilaron los tres empleados contratados para dirigir el servicio, han sido los reclusos los que asumen los menús para el centro penitenciario. «No es lo más saludable que los internos sin ningún tipo de cualificación profesional, simplemente con un curso de manipulación de alimentos, organicen, manipulen y distribuyan el racionado diario para 400 personas sin supervisión de un experto», sostiene el sindicato a través de un comunicado. 

En ese sentido, recuerdan que la relación de puestos de trabajo (RPT) de la cocina contempla tres plazas, una de técnico superior de grupo tres y dos de oficial de grupo 4 en modalidad de cocineros y lamentan que, tras las jubilaciones, ninguna de las tres vacantes ha sido cubierta. 

Esta queja relacionada con la falta de personal en el centro se suma a las que ya han manifestado en los últimos años, entre ellas, la que hace alusión a la carencia de médicos en la prisión, una situación motivada también por jubilaciones y bajas. En este caso, la RPT contempla cinco plazas para facultativos y en la actualidad ninguna plaza está cubierta.

De hecho, los funcionarios recuerdan que para atajar esta situación, en la cárcel han recurrido a la sanidad privada y han contratado a dos médicos a media jornada de lunes a viernes. «No es solo una cuestión de atención médica, se trata de la más elemental asistencia y de no establecer una doble pena a quienes se encuentran privados de libertad, sin obviar la grave alteración del orden y los problemas de seguridad que puedan generar en el centro penitenciario la falta de asistencia sanitaria», manifiestan. 

En los últimos meses los trabajadores se han manifestado en las puertas de la Delegación del Gobierno e incluso en las puertas del centro de penitenciario, la más reciente, para denunciar que el número de funcionarios de prisiones es insuficiente y no se ajusta al porcentaje que establece el ratio de plantilla por número de presos. Estas protestas estuvieron motivadas por el incremento de agresiones a empleados por parte de los internos. El último incidente se produjo el pasado diciembre cuando un preso fue hallado muerto en su celda.