El alcalde de Cáceres, Rafael Mateos, ha asegurado este jueves que el proyecto de macro templo en la ciudad «está garantizado», si bien todavía resta por aclarar si podrá desarrollarse en el cerro Arropez, sacralizado por el rito budista en 2021, o se tendrá que reubicar en otro espacio debido a los inconvenientes que plantea la zona de especial protección de aves (ZEPA) en este terreno de propiedad municipal.
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Mateos ha mantenido este jueves una reunión de trabajo con representantes de la Fundación Lumbini Garden (FLG), «como venimos haciendo los últimos meses, con un objetivo fundamental: salvar el proyecto para la ciudad de Cáceres», ha expresado el regidor cacereño tras ese encuentro en el consistorio.
«Buena sintonía»
Mateos ha destacado «la buena sintonía que hay entre la FLG y el Ayuntamiento de Cáceres». Asegura que esto «ha quedado patente en la reunión, y fruto de esa reunión podemos decir que, a día de hoy, y gracias al esfuerzo que estamos haciendo desde el consistorio, este proyecto está garantizado en la ciudad».
Por su parte, desde la FLG mantienen de plazo hasta finales de año para desbloquear el denominado proyecto ‘Gran Buddah’, debido a las incógnitas surgidas con el cerro Arropez, que fue el espacio designado por el anterior gobierno de Luis Salaya.
Queda pendiente de resolución la petición municipal de informes de afección urbanística y de minas del terreno
Escollos
De hecho, el pasado mes de agosto Mateos manifestaba que «el principal escollo que tiene el proyecto en Cáceres es una mala decisión a la hora de determinar la parcela en la que se iba a construir», por tratarse de una ZEPA.
Por ello, el consistorio solicitó informes al servicio de Urbanismo y a la Junta de Extremadura (Consejería de Agricultura), en cuanto a lo que afecta a zona ZEPA y al Servicio de Minas. «Y vamos a esperar a ver qué dicen y daremos traslado puntualmente a la FLG, que es la promotora de este proyecto privado», señaló Mateos.
Por su parte, la presidenta de la Junta, María Guardiola, también manifestó en agosto que si el templo no se construye en el Arropez, se buscará «otro emplazamiento» y que el Gobierno regional será «lo más diligente posible» en el proceso, tras la petición municipal de informes de afección urbanística y de minas del terreno.