Los vecinos del casco antiguo de Cáceres: «Nos mean en nuestras puertas»

La Ciudad Monumental de Cáceres, con su atractivo histórico y artístico, es el epicentro de la vida social cacereña, pero también el hogar de muchos de sus ciudadanos. La celebración de actividades o eventos en este emblemático lugar siempre ha generado diversidad de opiniones entre los vecinos de la zona. Para muchos de sus residentes, estos acontecimientos presentan una doble cara.

Por un lado, reconocen el valor de estas festividades para promocionar el patrimonio histórico y ayudar a la economía local. Sin embargo, también plantean multitud de preocupaciones, como la surgida el pasado fin de semana durante la celebración del Mercado de la Primavera en el centro histórico de Cáceres por la ausencia de baños públicos. Ante tal situación, algunos vecinos manifiestan su descontento y critican la inoperancia por parte de las autoridades locales, a la vez que expresan su deseo de mantener el anonimato por miedo a posibles represalias.

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Es el caso de un vecino que reside en pleno centro histórico, quien muestra un profundo malestar por los continuos altercados junto a su vivienda semana tras semana. Problemas de limpieza, continuos orines en la fachada, con el desagradable olor que ello conlleva, pinchazos en las ruedas del coche y el constante ruido que le impide descansar son algunas de las denuncias que realiza este ciudadano, a la vez que demanda más cámaras de seguridad para controlar y sancionar este tipo de actos. Y todo ello a pesar de pagar las contribuciones pertinentes por residir en la zona. «Están destrozando la parte antigua. Nos mean en nuestras puertas», concluye de forma rotunda.

«No se respeta ni se cuida el patrimonio histórico», relata Vera Muñoz, vecina de la ciudad

En la misma línea se expresa Vera Muñoz, ciudadana cacereña, quien sostiene que «no se respeta ni se cuida el patrimonio histórico». Además, propone algunas medidas para intentar paliar la situación. «Deberían controlar el aforo durante estos eventos, así como mejorar la distribución para evitar que se formen aglomeraciones y que, de esta forma, tanto residentes como visitantes puedan disfrutar de su estancia».

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Atendiendo a todos estos problemas, resulta crucial encontrar soluciones que ayuden a satisfacer las necesidades y preocupaciones de todos los implicados, garantizando que el casco antiguo continúe siendo un lugar agradable y acogedor para todos.

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