En el año 2006 comenzó a gestarse la lavandería industrial La Tajuela , ubicada en el polígono industrial de Montehermoso. Fue Angel Martín Chapinal, entonces párroco de Montehermoso y profesor de religión en el instituto Gabriel y Galán, el alma máter de tal proyecto. Cáritas de Coria-Cáceres lo hizo suyo y comenzaron a subirse los primeros peldaños, no sin diversas vicisitudes que surgieron en su peregrinaje profundamente social.

Fieles a aquella máxima de no solo dar el pez a los necesitados, sino entregarles la caña y enseñarles a pescar, párroco y organización diocesana se pusieron manos a la obra y se volcaron en favorecer la integración sociolaboral de personas con discapacidad, especialmente psíquica. Como antecedentes a la puesta en marcha de la lavandería están los cursos de Garantía Social de Auxiliar de Ayuda a Domicilio y Residencias Asistidas, del Arciprestazo de Montehermoso. Iban dirigidos a jóvenes que abandonaban la enseñanza reglada. Un total de 42 muchachos salieron capacitados para ejercer su cometido profesional.

En 2004, considerando las necesidades de las comarcas del norte cacereño, el perfil de los cursos se encuadró bajo el epígrafe Auxiliar de Restaurante y Bar. El programa fue subvencionado por la Junta de Extremadura y se formó a 36 jóvenes.

Más tarde se abordó una nueva experiencia: la atención de jóvenes entre 16 y 21 años, sin titulación académica y con necesidades educativas especiales, cuyo acceso al mercado laboral presentaba numerosas dificultades. A tales efectos, durante los cursos académicos 2006-2008, echaron a andar unos programas de Competencia Profesional Inicial, con el perfil profesional de Auxiliar de Floristería. Será ahora cuando surja la noble y loable idea de la lavandería industrial.

El sacerdote Angel Martín Chapinal señala que los dos sustantivos que distinguen a La Tajuela son el tesón y la constancia. Surge fruto del esfuerzo, la ilusión y la dedicación, abriendo sus puertas de par en par y ofreciendo, en la actualidad, un verdadero servicio profesional, que ejecutan con solvencia 9 trabajadores, destacando por las tareas personalizadas y de calidad. La lavandería oferta soluciones de limpieza para empresas y particulares, utilizando las técnicas más avanzadas del mercado.

En el tiempo que lleva funcionando, esta empresa social ha recibido ayudas del ayuntamiento de Montehermoso y de la Asociación para el Desarrollo del Valle del Alagón (ADESVAL). Angel Martín no se cansa de hablar de la motivación, el saber hacer y el cariño que enaltecen a todos y cada uno de los trabajadores.