Antonio Díaz Pascual tiene más de 7.000 cactus en su casa de la calle de La Cuesta. Como quien recolecta monedas o sellos, él colecciona cactus y lleva muchos años cultivándolos, incluso en macetas tan diminutas como la uña del dedo meñique. Asegura que le apasionan «porque son fáciles de cuidar y se prestan al coleccionismo, ya que hay numerosas variedades. Además, poseen una belleza muy particular». Con 16 años recogía los botes de leche condensada «que tiraban los ricos de Hervás» y los plantaba ahí, explica con sentido del humor.

Antonio Díaz Pascual en Hervás. ALBERTO MANZANO

Su padre falleció siendo él un niño y recuerda entre carcajadas que su madre siempre le decía: «Otra vez vas a poner más plantas en el patio, las vas a meter hasta debajo de la cama». Antonio se dedicó a barnizar muebles en la fábrica de Vicente Castellano aunque el resto de su tiempo lo dedicaba a mimar su jardín.

Es bien sabido por todo el mundo que los cactus están adaptados para soportar condiciones extremas de temperatura, luz y sequía. Estas curiosas plantas, originarias de tierras americanas y africanas, se pueden encontrar a día de hoy en cualquier floristería que se precie. Lo que no podría imaginarse el dueño de esta colección es que Hervás acabaría teniendo un jardín botánico de cactus, que en realidad es un auténtico museo.

Preciosos cactus. ALBERTO MANZANO

Llamado Casa Ángela, en honor a su madre, todos pueden acceder gratuitamente al patio de su domicilio. A la gente les encanta. ¿Y a quién no le han regalado algún cactus porque se cree que son fáciles de cuidar? Como ejemplifica este vecino de Hervás, uno puede irse de vacaciones tranquilamente sin tener que preocuparse de dejar los cactus sin cuidado. Cierto es que, con pocas atenciones, nuestro cactus puede subsistir mucho tiempo, pero cuando se tratan de miles hay que dedicarle unas cuantas de horas todos los días.

«Los cactus son de cualquier parte porque yo compro los sobres y echo lo que es el semillero. Cuando va creciendo un poco los meto en unas macetitas muy chiquititas y de esas luego los paso a otras y luego a otras… Me relaja y es una forma de estar entretenido. Me llevan las jarras de las bodas, de las comuniones… muchas las uso como tiestos», señala.

Imagen del patio. ALBERTO MANZANO

Por su hogar han pasado turistas de México, Estados Unidos… Junto a su inseparable perro Clifford y a sus sobrinas, a él le gusta realizar manualidades y Casa Ángela se ha convertido en el centro de las miradas de viajeros y vecinos. Su patio siempre está abierto y es un lugar mágico de peregrinaje digno de ver.