El Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres continúa celebrando los 25 años de la declaración de Los Barruecos como Monumento Natural.

Con esta conmemoración se busca poner en valor la importancia de Los Barruecos como espacio protegido por todo lo que representa, desde su origen geológico, la riqueza de su fauna, sus restos arqueológicos, el patrimonio cultural o sus característicos paisajes, que le han valido importantes reconocimientos.

Así, el origen geológico de Los Barruecos ha convertido este paraje en uno de los mayores catálogos de modelados graníticos del mundo. También destaca su rica fauna, y principalmente avifauna, en torno a sus cinco charcas, destacando una de las colonias de cigüeñas blancas en estado salvaje más importantes de España.

Esta conmemoración pretende también poner en valor sus restos arqueológicos en los que pinturas rupestres, observatorios solares o tumbas antropomorfas, entre otros restos, atestiguan la presencia humana desde el paleolítico. Así como su patrimonio artístico, de la mano del artista alemán Wolf Vostell y su legado alrededor del Museo de Arte Contemporáneo del mismo nombre (MVM).

Desde el pasado sábado, la Plaza de Azenay ya presenta un nuevo atractivo: un mural gigante y conmemorativo que han realizado los artistas locales Víctor González y Francisco Ovejero.

325 teselas

La obra, que se compone a modo de inmenso puzzle de 325 teselas, capta los dos polos de referencia que se concentran en tan particular lugar: por una parte, la riqueza geológica y natural del paraje y por otra, la patrimonial y artística representada en la obra fundacional del MVM, explica José Antonio Agúndez, cronista oficial de Malpartida de Cáceres.

Este mural «encierra el sentir y el orgullo de los malpartideños por un lugar que saben único, en el que nos reconocemos como pueblo, por el que se nos conoce y que es necesario proteger y cuidar para legarlo a las generaciones futuras», sostiene el cronista.