Tomó posesión como alcalde en el año 2019 y esta será la segunda Encamisá que vive al frente del consistorio. José Ricardo Rodrigo es consciente de la responsabilidad que tiene la organización de una fiesta de este calibre, en la que la emoción es uno de los factores principales.

¿Cómo va a vivir este año La encamisá tras el paréntesis del año pasado?

Si en el año 2019 fue una experiencia distinta a todas, al ser la primera vez como alcalde que viví la Encamisá, es indudable que este año será aún más distinta. La situación sanitaria lo cambia todo. Habrá momentos institucionales en los que tendré que atender a aquellos que nos visitan, pero buscaré esos instantes para estar con la familia, con los amigos y vivir en la manera de lo posible como si se tratara de un año normal.

La Encamisá es una fiesta multitudinaria ¿Cómo van a conjugar esa situación con las medidas sanitarias?

He tratado de priorizar todo el tema de eventos en el exterior. Creo que es un dato a destacar este año es que el estandarte –al igual que sucedió cuando se estaba haciendo la obra de la iglesia- no va a poder entrar y salir del templo. Este año la procesión sale desde la misma puerta de la iglesia para que no haya aglomeraciones dentro del templo. En la entrada sucederá exactamente igual: el estandarte llegará hasta la puerta de la iglesia y no se accederá al interior. Aún así recomendamos el uso de la mascarilla FFP2 siempre y en todo momento.

¿Qué diría para animar a los viajeros a conocer la fiesta?

Los que vivimos en Torrejoncillo es una noche mágica. Destaco ese instante a las diez de la noche cuando sale el estandarte, mientras todo se llena del humo de las salvas, sumado a los vivas en medio de la emoción de los vecinos. Eso solo lo pueden experimentar aquellos que viven la Encamisá como una auténtica fiesta suya.

¿Tienen ya un plan de seguridad claro para los acontecimientos del 7 de diciembre?

Sí, hemos puesto en marcha un plan de seguridad con la participación al menos de 65 miembros de distintas fuerzas y cuerpos de seguridad, entre Policia Local, Guardia Civil, Protección Civil... a los que hay que sumar los colaboradores de la Asociación de Paladines. Se encargarán de cubrir las diferentes calles y sobre todo al comienzo y al final de la procesión.

¿Cómo definiría la devoción de los torrejoncillanos?

Es algo que se siente desde que uno nace. Por ejemplo, mi hija estuvo presente ya en el vientre de su madre en la salida del estandarte y es algo que ‘mamamos desde pequeños’. Así se lo vamos trasladando a nuestros hijos.

¿Le gustaría ser portaestandarte en algún momento?

No lo he sido nunca, pero me gustaría más sacar o meter el estandarte en un futuro. Una tía mía entra todos los años en el sorteo y me ha prometido que si sale me tocaría llevarlo. Es el más alto honor para cualquier torrejoncillano, poder portarlo en esa noche tan singular.

¿La continuidad de la fiesta está garantizada?

Desde mi punto de vista sí. Hay que seguir adaptándose. El año pasado tuvimos que luchar mucho para que las autorizaciones de las escopetas se tramitaran. Curiosamente las administrativas son las principales trabas que tienen este tipo de fiestas. Antiguamente había muchos más escopeteros y era más ruidosa la Encamisá. Había muchos que solo hacían uso de ese permiso de armas en la fiesta. Deberíamos llegar a un término medio.