Madrigalejo ha aprobado la vuelta de la celebración de su Jueves de Comadres, un festejo centenario (con más de 200 años de tradición), donde los cánticos populares, la convivencia y la unión de los vecinos anticiparán, el próximo 24 de febrero, la celebración del Carnaval.

Se trata de una de los fiestas populares más icónicas de la región, que la pandemia eliminó del calendario de Madrigalejo, y que ahora se recupera aunque con cambios provocados por la situación sanitaria: el ayuntamiento ha eliminado este año los festejos previos al día grande. 

El repique de las herraduras de los caballos en el empedrado anunciarán un año más la llegada de este festejo. “No es solo una tradición, sino un sentimiento. La sana diversión y el sentido común, unidos a la historia de un pueblo que se merece lo mejor”, apunta el alcalde del municipio, Sergio Rey.

El festejo aúna oferta cultural, gastronómica y de ocio, y en otras ediciones provocó que la población de Madrigalejo (1.800 habitantes) se duplicase.

Se desconoce la fecha exacta del origen de la fiesta, que nació como "una reunión de mujeres, las comadres, para pasar un día de convivencia" y que ahora se ha hecho extensivo a todo el pueblo y alrededores.

2.000 mascarillas

Por precaución, no se celebrarán la “Ruta de las cañas del escaliento”, que se festejaba la semana de antes, y el denominado “escaliento”, previo al Jueves de Comadres. De hecho, el consistorio ha repartido 2.000 mascarillas FPP2 serigrafiadas con el nombre de la fiesta local, y recomienda su utilización.

Igualmente, se prevé un Jueves de Comadres “lleno de actividades, todas al aire libre”, que comenzará a las 8.00 horas con las “Bicis Despertador”, cuando los más pequeños del pueblo salen con sus bicicletas, arrastrando en ellas latas atadas, haciéndolas sonar para despertar y anunciar que comienza el gran día, explica el alcalde.

A las 9.00 horas el repique de campanas anticipa la salida de la charanga, que recorre todas las calles de la localidad recogiendo a caballistas, carros y carretas, hasta llegar a la Plaza de España donde se realiza el desfile de caballos, burros, etc. y la exhibición de bailes regionales a cargo del grupo de folk local.

Después todo el pueblo, marcha hasta la antigua estación, donde este año una gran orquesta amenizará al son de la música y el baile la jornada de campo, compartiendo entre todos los lugareños y visitantes vino de pitarra y demás platos típicos elaborados por las familias

Este espacio también servirá de escenario para celebrar la carrera de cintas para caballistas, la cucaña y la suelta en el baile.

Y a las 18.30 horas comenzará el regreso de caballistas por el camino hasta el pueblo, para disfrutar después, en la Plaza de España, del concierto de Raya, antiguamente Raya Real, y de un de animación. 

2 años sin fiesta

Los pañuelos de colores, los sombreros, las botas de vino y los caballistas lucirán con más ganas que nunca después de dos años sin eventos ni festividades a causa de la pandemia.

“Hay que aprender a convivir con este virus, siempre con prudencia y respetando las recomendaciones”, manifiesta el regusto madrigalejeño, quien también hacen un llamamiento al sentido común.

“No podemos seguir coartando a la población y privándoles de poder disfrutar de una jornada donde el sentimiento y arraigo son protagonistas de uno de los días que conforman las señas de identidad de un pueblo”.