Agustín Cornejo (tenía 79 años y nació en Béjar), sacerdote, toda una institución en Miajadas, donde ha ejercido como cura durante 54 años, falleció en la tarde de ayer. El funeral será a las 18.00 horas de hoy, en la iglesia de Santiago Apóstol y el velatorio ha permanecido abierto en el Tanatorio de Ramiro. El actual párroco del pueblo, Pedro Sánchez, ha indicado que el cuerpo ha estado en la parroquia dos horas antes del entierro, entre las 16.00 y 18.00 de la tarde, a modo de capilla ardiente.

Cornejo, sufrió una caída poco antes de Semana Santa. Estuvo 15 días en la residencia de ancianos San Martín de Porres, desde allí le derivaron al hospital al comprobar que su estado de salud empeoraba, donde finalmente ha fallecido. Las honras fúnebres las ha oficializado el obispo Ciriaco Benavente acompañado por 40 sacerdotes de las tres diócesis extremeñas. Numerosas personas de diferentes ámbitos de la sociedad han acudido al funeral para despedirse de un hombre bueno. El féretro salió a hombros y entre aplausos.

Momento de la misa funeral. MANUEL FERNÁNDEZ COSME

Agustín Cornejo fue junto a Enrique Gómez, el clérigo que más tiempo ha desarrollado su apostolado en Miajadas. A los dos se les conocía como 'los curas rojos'. Todo ocurrió en la madrugada del 31 de octubre de 1974 cuando de forma voluntaria se encerraron hasta las seis de la tarde en el colegio de Nuestra Señora de Covadonga, en señal de protesta por el cierre del centro escolar cuyas obras se habían iniciado en 1968 por 12 millones de pesetas. Los alumnos tenían que trasladarse a Don Benito para cursar sus estudios de bachillerato.

Fue don Pelayo, vicario capitular de la diócesis de Plasencia, el que los convenció para que terminaran el encierro. Era un momento complicado, marcado por el ocaso de la dictadura de Franco, pero fueron muchos miajadeños los que junto a sus curas comenzaron a defender los derechos, especialmente de los campesinos como embrión del Movimiento Rural de Acción Católica.

Agustín Cornejo paseando por la Obra Pía de Miajadas. MANUEL FERNÁNDEZ COSME

El encierro, acabó en juicio, que se celebró a puerta cerrada mientras decenas de vecinos, en la puerta, entonaban el grito ¡Covadonga, Covadonga!, en defensa de sus intereses educativos. Pedro Ruiz García, juez de paz, les declaró culpables de haber incurrido «en la falta prevista por el apartado cuarto del artículo 570 del Código Penal». Por este motivo, les impuso una multa de 25 pesetas a cada uno y el pago de costas. Los propios alumnos rompieron sus huchas para hacer frente a los cinco duros que cada uno de los curas debían abonar.

La acción de Cornejo y Gómez fue clave para lograr que Miajadas contara con un instituto, que actualmente lleva el nombre de Torrente Ballester. Recientemente el ayuntamiento miajadeño rindió un homenaje por su trayectoria en Alonso de Ojeda a su párroco, Agustín Cornejo. Hoy Miajadas llora su muerte. "Han estado siempre con los más desfavorecidos", ha recordado Manuel Fernández Cosme, periodista y fotógrafo reconocido en la localidad.

El féretro salió a hombros y entre aplausos. Manuel Fernández Cosme