La implantación de la fábrica de diamantes en el municipio trujillano sigue siendo uno de los principales anhelos del equipo de gobierno socialista, que convocó ayer, a las diez de la mañana, una sesión plenaria extraordinaria con carácter urgente, para dar luz verde a una de las cuestiones más relevantes en el avance del novedoso proyecto industrial.

En esta ocasión, se trataba de una modificación puntual de las Normas Subsidiarias del sector 10, que la corporación aprobó por unanimidad y que afecta concretamente, al polígono industrial Arroyo Caballo, donde se tiene previsto asentar dicha fábrica, impulsada por la empresa estadounidense Diamond Foundry y cuyo socio es el conocido actor Leonardo DiCaprio.

Tal y como señaló José Antonio Redondo, alcalde de la ciudad en una rueda de prensa posterior, «se ha dado un paso importante que seguramente, recordaremos durante mucho tiempo en Trujillo», haciendo referencia a la reordenación de las parcelas de la zona.

Del mismo modo, aclaró que aunque parece sencillo, «se están llevando a cabo muchas actuaciones por parte del Ayuntamiento», que sigue centrado en facilitar al máximo la materialización de este proyecto. «No podemos bajar la guardia», sostiene Redondo.

De esta manera y una vez aprobada la citada modificación, esta se expondrá al público durante 45 días, por si hubiese alegaciones y el siguiente paso sería otorgar la licencia de obras. «Queda trabajo por hacer, pero el temor de los papeles se va despejando», dijo.

Asimismo, el alcalde avanzó que el próximo martes, se reunirá en Mérida con representantes de la Confederación Hidrográfica del Tajo y de la Junta de Extremadura, con el fin de tratar algunos temas relacionados con el aprovechamiento del agua de las zonas colindantes a la futura fábrica, para su refrigeración.

Nueva depuradora

En este sentido, Redondo tiene la intención de que se recoja el agua proveniente del Arroyo Mimbreras y que se reconduzca hasta el polígono Arroyo Caballo, a través de un motor de impulsión. «La idea es que antes de que ese agua caiga en la depuradora, lo haga en una balsa de decantación, en la que habría una turbina que generaría electricidad, para que el autoimpulso fuera gratuito», detalló.

Todo esto supondría la construcción de una nueva depuradora, de la que se obtendría agua prácticamente potabilizada, para la refrigeración de la fábrica y para el resto del polígono. «Todo lo que no sea para consumo humano». De hecho, ya se ha trasladado esta propuesta a la consultora de Diamond Foundry.

Cabe destacar que los plazos continúan como cuando se dio a conocer el proyecto. Así, el movimiento de tierra podría llevarse a cabo en junio y el inicio de las obras de la fábrica, en septiembre u octubre. «El estudio geotécnico ya está adjudicado a una empresa trujillana», señaló Redondo.