El convento franciscano de San Antonio de Padua, en Garrovillas, tendrá uso turístico y cultural

Es una referencia a nivel patrimonial y podría serlo a nivel turístico. Pero también llegó a ser declarado como uno de los monumentos en mayor peligro de Europa por su estado de conservación. Hablamos del convento franciscanos (fundado en 1476) de San Antonio de Pádua, en Garrovillas de Alconétar. Este monumento, además, lleva años en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Nostra y su entrada se ha tenido que clausurar para evitar actos vandálicos.

Más de 15 años en la Lista Roja

De hecho, lleva más de 15 años en el listado, sufriendo el inexorable paso del tiempo sin la intervención anunciada. Actualmente, la Lista Roja incluye una treintena enclaves en serio riesgo solo en la provincia de Cáceres. Con ejemplos destacados como el convento garrovillano. Si bien, en marzo de 2022 finalizaron las obras de limpieza, consolidación y restauración del convento, con una inversión total de 103.514 euros (IVA incluido) por parte de la Junta de Extremadura.

Dichas obras consistieron básicamente en la limpieza interior de escombros y vegetación, el vallado provisional de la parcela, la protección de huecos y pavimentos y el apeo de diversas estructuras para asegurar su estabilidad. Con posterioridad, desde el Servicio de Obras y Proyectos de la Consejería de Cultura se llevó a cabo un trabajo de levantamiento de planimetría de todo el conjunto. Y ya en julio de 2023, se adjudicó el contrato de servicio de Redacción de proyecto y estudio de seguridad y salud de la restauración, consolidación y adecuación parcial del convento garrovillano por un importe de 57.011,57 euros (IVA incluido).

Ahora, según la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes, la pretensión es «restaurar y consolidar los espacios en mejor estado de conservación para un futuro uso cultural y turístico, protegiendo y acondicionando el resto de zonas para facilitar una visita pública, cómoda y segura».

Restauración arqueológica

Ese proyecto incluye actuaciones en materia de arqueología, como el control y seguimiento arqueológico de toda la obra y la restauración de la nave y capilla norte: con la recuperación de vanos y volúmenes escultóricos, así como la limpieza y retirada de vegetación silvestre y escombros, tanto en el interior como sobre las bóvedas. Además, «se construirá una cubierta completa que proteja las bóvedas de la iglesia, y otra de menor dimensión, sobre la capilla norte. Y se trabajará en recuperar la escalera de acceso al bajo cubierta, en su último tramo junto a la espadaña».

También se procederá a la recuperación de las portadas originales y al tratamiento de las fachadas. Igualmente, habrá intervenciones en el claustro, sala capitular y anexo. Se mejorará el cerramiento provisional del edificio y se estabilizarán aquellos elementos estructurales que presenten riesgo de inestabilidad, «para facilitar la visita pública del recinto». 

Suscríbete para seguir leyendo