Opinión | La mirada

¿Qué es eso de Pentecostés?

Pentecostés es una fiesta cuya importancia y relevancia le ha llegado en la segunda mitad del XX

Pentecostés.

Pentecostés. / CEDIDA

Intenta responder a la pregunta antes de leer la columna. Os doy un minuto. Comienza…ánimo…se acabó. ¿Cómo ha ido? Una manera sencilla de saberlo es cogerse la palabreja y dar una definición etimológica: sería una fiesta que se celebra a los cincuenta días de la Pascua (domingo de resurrección); en este caso. para celebrar la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. Parece que tiene relación con alguna fiesta judía, en concreto la que se celebraba a los cincuenta días de la pascua para conmemorar la entrega de la Ley al pueblo elegido.

No sé hasta dónde llegan vuestros conocimientos, pero es que lo que acabamos de decir, es algo, pero se queda muy, muy corto, dada la importancia fundamental de esta celebración. De mis años de infancia recuerdo festividades y celebraciones religiosas, como la navidad, el miércoles de ceniza, la cuaresma, la semana santa, el resucito, la romería, el mes de mayo, el patrón del pueblo, la Inmaculada…pero de pentecostés nada de nada.

No sé si también os pasó lo mismo. Esto, que yo creo que es una realidad puede ser que nos dé una de las claves de esta celebración. Pentecostés es una fiesta cuya importancia y relevancia le ha llegado en la segunda mitad del XX y más después del Vaticano II. El poner a los laicos y a los seglares en el lugar que les corresponde en la Iglesia es algo propio de esta celebración; y esto son palabras mayores. Más que afirmar que en Pentecostés nació la Iglesia de Jesús (porque ésta estaba ya en su mente en los años de su vida pública ¿o no?) me gusta decir que Pentecostés es el punto de partida de la misión de la misma. Los apóstoles acompañados por los primeros que les siguieron comienzan a formar el nuevo pueblo de Dios que no conoce ni fronteras, ni sexo, ni color…

Lo que se celebra en las Vigilias de Pentecostés y en la Eucaristías del domingo es poner en valor el trabajo de todos los que un día decidieron bautizarse para continuar la labor de los que comenzaron en el siglo primero. En esa labor hay carismas distintos, efectivamente, pero la misión es la misma porque todos recibimos el mismo bautismo. La Iglesia de pentecostés es una Iglesia con una gran riqueza de colores y de matices, donde no hay predominio de unos sobre otros, porque nos unifica el agua de la pila bautismal